Vacaciones de bajo coste

Las vacaciones son sagradas. Esa es una máxima entre la sociedad española aunque la canciller alemana, Ángela Merkel, se empeñe en lo contrario. Viajar ha dejado de ser un lujo y se ha convertido en una buena costumbre que nadie quiere perderse, aunque el horno no está para bollos este verano. La provincia acumula casi 180.000 parados y hay familias que, lamentablemente, no pueden permitirse gastar un solo euro en ocio. No obstante, si su situación no es desesperada, siempre puede encontrar opciones interesantes a precios más que asequibles.

Dentro de los viajes organizados, lo más barato es pasar unos días en cualquiera de las costas andaluzas o del resto peninsular. En estos momentos las agencias están comercializando paquetes de cinco días en hoteles de tres estrellas con media pensión por un precio que ronda los 350 euros por persona en los meses de julio, agosto y septiembre. También es barato alquilar una casa rural con piscina aunque, a diferencia por ejemplo del verano anterior, este año no está siendo tan protagonista.

El siguiente escalón de precios estaría en dar el salto a algunas de las islas españolas. El paquete básico a Baleares o Canarias suele ser de una semana en pensión completa en hoteles de tres o cuatro estrellas por un coste por persona de unos 650 euros. La competencia es feroz y son dos destinos bastante maduros por lo que hay hoteles de cuatro estrellas que están abaratando sus precios para conseguir clientela. La disponibilidad aérea es clave y Baleares suele salir algo más barato que Canarias porque hay un mayor número de conexiones diarias.

Si nuestro bolsillo nos permite un poco más de alegría, las principales capitales europeas suelen estar en todas las quinielas de los malagueños. Los paquetes clásicos de las agencias de viaje para Europa en este verano son de cinco o seis noches con alojamiento y desayuno. El precio por persona ronda los 750 euros aunque hay multitud de variables. Las ciudades británicas y alemanas son las que tienen un mayor número de conexiones aéreas directas y, por lo tanto, siempre es más fácil encontrar vuelos baratos. En este sentido, desde el aeropuerto de Málaga se puede volar de forma directa a cuatro aeropuertos de Londres y este verano se han abierto 42 nuevos destinos directos entre los que se encuentran San Petesburgo, Venecia, Pisa, Trondheim y Hagesund (Noruega), Tampere (Finlandia), Wroclaw (Polonia), Toulouse o Niza. No obstante, además de Londres, las ciudades preferidas para pasar unos días siguen siendo París, Roma o Amsterdam. Normalmente, si no hay un enlace directo el coste se encarece en unos 100 euros por persona.

Un giro de tuerca más a las arcas familiares supone irse a cualquiera de los hoteles de lujo del Caribe, con especial incidencia en Punta Cana (República Dominicana) y Riviera Maya (México). Las agencias de viaje señalan que este año no está habiendo tantas ofertas como en ejercicios anteriores y, por tanto, los paquetes de los touroperadores por una viaje de una semana en régimen de todo incluido durante los meses de verano está rondando los 1.200 euros por viajero. Los mayoristas no quieren perder rentabilidad y, ante la previsión de una caída en el número de viajeros, están reservando menos plazas de avión para no tener que abaratar los precios.

Por último, los bolsillos pudientes, que siempre los hay incluso en la mayor crisis económica de Málaga de las últimas décadas, siguen apostando por los grandes viajes. Son normalmente circuitos de 9 o más días en los que se recorren países como China, Vietnam, Tailandia, Kenia, Perú o Argentina. En estos casos, es difícil encontrar paquetes por menos de 2.500 euros por persona. Otro viaje de larga distancia que está teniendo un notable éxito es el de Nueva York. La compañía aérea Delta Airlines ha vuelto a poner en funcionamiento la conexión entre Málaga y el aeropuerto JFK de la ciudad que nunca duerme. En verano el billete ida y vuelta ronda los 900 euros a lo que habría que sumarle posteriormente el hotel y en Manhattan no son nada baratos. Este tipo de viaje se está haciendo más por libre, al margen de las agencias tradicionales, y, a menos que se escoja un hotel de muy escasa calidad, es bastante difícil que la factura individual esté por debajo de los 1.500 euros.

Los touroperadores han aprendido de sus errores y están ajustando la oferta a la demanda, de forma que apenas está habiendo reducciones de precio en los paquetes tradicionales. No obstante, los viajeros siempre pueden tener un as debajo de la manga y en este caso son los cruceros. El barco no se puede partir y para que un crucero sea rentable la compañía que lo flota debe vender el mayor número de camarotes posible. No es fácil pues en estos barcos pueden caber hasta 4.000 personas y la crisis aprieta, por lo que todas las navieras están lanzando ofertas de última hora muy apetecibles incluso en verano. Joaquín Fernández, directivo de la Asociación de Agencias de Viaje de Andalucía especializado en turismo emisor, afirma que se están vendiendo camarotes en estos momentos por 1.200 euros por persona que en julio pueden salir por 700 euros por lo que "todo el mundo espera la oferta final".

Todos esos precios son, lógicamente, orientativos y dependen de la calidad del hotel o de los vuelos. No obstante y aunque la oferta es amplia la dificultad económica de los malagueños está causando estragos. De hecho, Fernández asegura que "las reservas están yendo mal y no vemos por ningún sitio la ansiada recuperación que se esperaba". Según este experto hay más personas que no viajan y las que lo están haciendo, están recortando los días, la distancia, la categoría de los hoteles o el número de personas. Si puede viajar enhorabuena y, si no, no se preocupe. Ya vive en la Costa del Sol.