Vanguardia y personalidad propia

UNA PROPUESTA

Este 2008 ha sido el mejor de los tres años de vida del restaurante Skina, que desde el casco histórico de Marbella ofrece una de las ofertas gastronómicas más interesantes de la Costa del Sol. Una estrella Michelin ha venido a confirmar el excelente trabajo que desde la cocina vienen desempeñando los chefs Víctor Trochi y Daniel Rosado, herederos de la mejor tradición que aúna los sabores tradicionales y las últimas propuestas con una pasmosa soltura. El reconocimiento ha venido a constatar una realidad que quienes han cenado alguna vez en Skina saben de sobra: Trochi y Rosado han levantado uno de los más interesantes templos para el buen comer en toda la provincia.

La distinción más fuerte de Skina es la apuesta por la alta gastronomía a precios accesibles. Bajo el sello de la vanguardia y la personalidad propia, esta ambición se traduce en una carta amplia, distinta, que ofrece un completo recorrido para los paladares más diversos. Desde los entrantes, las nuevas croquetas de rabo de toro con albaricoques y oliva helada revelan un empleo insólito de los ingredientes que remiten a la cocina andaluza, al igual que la porra antequerana de tomates asados. La lista de carnes y pescados es concisa pero atractiva en todos los flancos, desde el cochinillo lechal con manzanas en texturas hasta el rodaballo con espinacas y setas pasando por el cordero manchego con alboronía y migas de miel. Igual de destacables resultan la carta de vinos y la de postres (no se pierdan el destornillador, un cocktail con todas las de la ley). Todo un festival de gustos, en suma, para no perderse.