Málaga

Veinticinco años de lucha por los autistas

  • Autismo Málaga ha hecho dos grandes logros desde su inicio: sensibilizar a la sociedad y crear una residencia con 26 plazas

El centro de Autismo Málaga en Pinares.

El centro de Autismo Málaga en Pinares.

Si miran atrás, han hecho muchísimo. Si observan hacia adelante, queda mucho por conseguir. Hace 25 años, un grupo de padres y madres que descubrían el autismo por sus hijos decidieron no quedarse de brazos cruzados. Fundaron Autismo Málaga. Ahora celebran su aniversario con dos logros principales: haber sensibilizado a la sociedad sobre este trastorno y creado un centro en Pinares en el que funcionan una residencia para grandes afectados con 26 plazas y un dispositivo de estancia diurna con otras 16. Además, en la Colonia de Santa Inés la asociación también ofrece atención temprana, logopedia, ocio, talleres y terapias.

No es menor su tarea de concienciación social sobre un trastorno complejo, muy heterogéneo y aún bastante desconocido. Pero hay un dato que quizás refleje sus avances. Cuando empezaron su trabajo aquel 13 de marzo de 1993 había niños que eran diagnosticados con 12 años. En la actualidad, como mucho suele ser sobre los tres.

"A las Administraciones les pido que sigan potenciando el diagnóstico precoz, la atención temprana, la salud, la educación y los hogares", sostiene el presidente de Autismo Málaga, José Reyes. Con "hogares" se refiere a alojamientos más pequeños que las residencias para "no hacer guetos" y contribuir a la inserción social y normalización de estas personas.

"Se ha avanzado muchísimo; en atención temprana, en detección precoz.. Y eso está dando sus frutos. Hoy se habla de autismo con otro concepto. Pero hay que continuar. Esto no termina aquí", advierte el presidente. En la provincia hay más de 8.000 personas con autismo. Aunque el trastorno no sólo les afecta a ellas si no también a sus familias.

El espectro es muy amplio y presenta distintos grados. "De ahí la complejidad del trastorno, porque es muy heterogéneo", explica la psicóloga de la asociación Noelia Moreno. Hay autistas bastante normalizados y otros con gran dependencia. Además, las conductas varían de unos a otros. El denominador común son las dificultades para la comunicación y la interacción social junto con los intereses restringidos y repetitivos.

"Es un trastorno, una condición de la persona que nace con autismo. Los apoyos deben acompañarlas a lo largo de todo su ciclo vital. Un apoyo que incluye a la familia porque es un trastorno que genera mucho impacto en los familiares", explica la psicóloga.

La asociación da empleo a 75 trabajadores entre psicólogos, terapeutas, logopedas, monitores, cuidadores, limpiadoras y administrativos. El centro tiene concertadas con la Junta 24 de sus 26 plazas de residencia y las 16 de la unidad de estancia diurna. "Pero el concierto no lo es todo. Esto funciona con muchísimo trabajo y esfuerzo", afirma Reyes. Durante el verano incluso se refuerza la plantilla para cubrir las vacaciones del personal y para ofrecer los campamentos de verano a los que no son usuarios habituales de las instalaciones, pero que se quedan sin su colegio.

Paloma Aranda es como la madre en la residencia. Empezó cuando el centro de Pinares estaba en los planos. Después de dos décadas, conoce al dedillo las particularidades de cada usuario del centro. Y también, este trastorno sobre el que dice hay que seguir "rompiendo barreras".

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