Ventajas de contar con una caldera de gas

La caldera de gas natural es el sistema que más utilizan los españoles para calentar el agua y generar calefacción. De hecho, más de un 30% de los hogares lo utilizan, y esto se debe principalmente a que es un sistema más eficiente, donde el suministro de gas es accesible y tiene un precio más competitivo. En este sentido, la eficiencia energética, la seguridad y las emisiones son tres factores clave para elegir una caldera de gas.

Por todo ello, para elegir la caldera de gas que resulte más rentable y eficiente, lo ideal es asegurarse de que se trate de un modelo de alto rendimiento energético y bajo consumo. Si bien, hace algunos años existían diferentes modelos: calderas estancas, atmosféricas y de condensación; hoy en día, por ley solo se pueden instalar las de condensación, ya que, son más seguras y respetuosas con el medio ambiente.

Ahora bien, en cuanto a precios de calderas de gas hay que tener en cuenta que, por lo general, se invierte en el equipo y en la instalación. En este aspecto, muchas empresas ofrecen un servicio de calderas de gas que incluye, además de la caldera, la mano de obra y el trabajo de instalación. No obstante, el precio final depende de las características del equipo y la marca. Por lo general, oscilan entre los 1200 y los 1900 euros.

Ahorro que supone frente otras opciones

Las calderas de gas suponen un importante ahorro frente a otras opciones de calefacción. Pero, para que esto se cumpla, hay que elegir un tipo de caldera que se adapta a nuestras necesidades. La forma más sencilla de garantizar que se elige el tipo de caldera adecuado es sin duda, contactar con un equipo de profesionales cualificados. Y ahora sí, veamos cuáles son las principales ventajas de estos sistemas.

Menos emisiones. Las calderas de gas natural emiten la menor cantidad de gas en comparación con otros tipos de combustible. Por supuesto, las inspecciones periódicas y la ventilación adecuada son esenciales.
Ahorro de energía. El uso de una caldera de gas también supone una ventaja para reducir los costos de energía del hogar. A pesar del mayor costo inicial de instalar este sistema, los beneficios se verán reflejados cada mes en facturas de calefacción más bajas.
Menos mantenimiento. Debido a que no requieren tanques de almacenamiento, son más fáciles de mantener. Tampoco requieren de mecanismos especiales para transportar gas natural, lo cual es otra ventaja frente a las calderas que funcionan con otros combustibles.
Rendimiento superior. Las tecnologías que utilizan gas natural para generar calor aportan a los consumidores los mayores beneficios energéticos. Entre los equipos más eficientes están las calderas de condensación, que son un 14% más eficientes que cualquier otro tipo de calderas, como por ejemplo las calderas de biomasa.
Mejoran la calidad del aire. Las emisiones de NOx de las calderas de gas se pueden reducir hasta en un 54% en comparación con las calderas de biomasa hasta en un 67%. Además, según el Ministerio de Transición Ecológica de España, los óxidos de nitrógeno son contaminantes atmosféricos y las principales fuentes de emisión de este tipo de óxidos son la quema de combustibles fósiles y los gases de escape de los vehículos a motor.
Ayudan a combatir el efecto invernadero. Las calderas de gas también ayudan a reducir el efecto invernadero nocivo de las calderas que funcionan con otros combustibles. Son una excelente manera de apoyar el cuidado del medio ambiente pues emiten menos un 19% menos de CO2 que las de gasóleo.

Recomendaciones

Se recomienda revisar periódicamente la caldera, de hecho, es obligatorio hacerlo cada dos años. Sin embargo, se recomienda revisar al menos una vez al año, preferiblemente antes del inicio del invierno. La idea es prepararse para las bajas temperaturas del invierno, de esa forma el sistema estará preparado para funcionar perfectamente en condiciones climatológicas adversas. Por otra parte, hay que tener en cuenta también el área geográfica y la zona donde se instalará la caldera. Esto se debe a que la temperatura exterior puede afectar el funcionamiento de la caldera, por lo que puede ser necesario consultar a un especialista para determinar el mejor tipo de caldera a instalar.

Otro aspecto importante es el tipo de vivienda donde se utilizará la caldera de gas. Dependiendo del número de baños de la casa o de las necesidades de calefacción de cada vivienda, habrá calderas más adecuadas que rendirán mejor. Este es un aspecto muy importante que en ocasiones los consumidores pasan por alto, aunque por lo general, los profesionales a cargo suelen guiar de la manera adecuada. En definitiva, existe una amplia gama de calderas de condensación que hacen la vida más fácil a quienes quieren probar esta nueva forma de utilizar la energía. Una forma más sana y natural de obtener calor, al tiempo que se ahorra en presupuesto.