Vías 'negras' en el Guadalhorce

Las deficiencias en las vías de comunicación que discurren por el valle del Guadalhorce se han vuelto a poner de manifiesto tras los últimos accidentes mortales vividos recientemente, como ha sido el caso de este fin de semana en el que fallecieron dos personas y cuatro resultaron heridas al colisionar un turismo y un todo terreno en la carretera del Guadalhorce (A-357), entre los términos municipales de Casarabonela y Carratraca.

El accidente se produjo al realizar uno de los conductores un adelantamiento indebido. Sin embargo, algunos tramos de la carretera del Guadalhorce que une Málaga con Campillos se han convertido en verdaderos puntos negros. El escenario de esta colisión es una de las zonas más peligrosas ya que la vía, de un solo carril para cada sentido y con pendiente, cuenta en esta parte con un carril para tráfico lento que desaparece en una curva sin visibilidad. "En muchas ocasiones los camiones y vehículos lentos no ceden el paso al incorporarse del carril a la vía y los que están adelantando invaden el carril contrario sin ver si circula otro coche en sentido opuesto", explicó el alcalde de Carratraca, Francisco Duque (IU), quien destacó lo peligroso del vial, así como indicó que ya han reclamado a la Delegación de Obras Públicas de la Junta de Andalucía la mejora inmediata de la carretera. Desde el Consistorio de este pueblo se plantean dos posibilidades como es la prolongación del carril de tráfico lento hasta un punto de mayor visibilidad o continuar con el proyecto de ampliación de la autovía, que en estos momentos concluye en la zona de Casapalma, en Cártama, y está proyectada hasta el cruce de Zalea.

Este cruce concreto es otro de los principales escenarios de los accidentes en la comarca. Aunque cuenta con señales de tráfico de reducción de velocidad, peligro por intersección, e incluso, controlada la velocidad por radares, son muchas las colisiones en este lugar, donde la vía es de doble sentido y hay un importante tránsito de vehículos, ya que aquí confluyen los accesos a municipios como Alozaina, Álora, Pizarra y Casarabonela.

Este último municipio es uno de los que presenta una situación más complicada en sus comunicaciones. El acceso desde la A-357 a la localidad ha permanecido cortado a la circulación durante varias semanas debido a los daños provocados por las sucesivas lluvias torrenciales, por lo que los conductores han tenido que llegar a Casarabonela utilizando la carretera que proviene de Alozaina que también presenta un grave riesgo por los numerosos desprendimientos de tierra que han causado hundimientos en la calzada. Llegar al municipio es un verdadero suplicio para los usuarios. "Son dos de las actuaciones que venimos reclamando desde hace años a la Junta de Andalucía", comentó el regidor municipal, Sebastián Gómez (PSOE), quien también señaló la necesidad de que la Diputación actúe sobre la carretera que une Casarabonela con El Burgo. Por otro lado, el alcalde de Ardales, Juan Calderón (IU), reiteró el mal estado de la vía que comunica con la Estación del Chorro y que presenta la complejidad de que es la compañía Endesa la que tiene que reparar la carretera, debido a que por debajo se encuentra el pantano, mientras que Diputación es la titular de la misma.

Finalmente, José Sánchez (PSOE), alcalde de Álora, señaló el deterioro del acceso norte de la localidad y el retraso de "varios años" del proyecto de reparación por parte de Endesa, así como el vial que une la entrada a Álora con la venta Los Caballos, que presenta una curva muy peligrosa donde falleció un bombero mientras acudía a una intervención en julio del año pasado.