Videojuegos El nuevo show deportivo
Los aficionados cuentan en Málaga con negocios donde divertirse con su pasión
En los últimos dos años han abierto en la ciudad centros de entrenamiento para aspirantes a profesionales de los 'esports'
La hostelería para los jugadores también es una realidad
A Málaga le gustan los videojuegos. En los últimos años la ciudad ha apostado por esta forma de ocio con la organización de la feria Gamepolis, que en esta edición alcanzó los 40.000 visitantes, y la apertura del Polo de Contenidos Digitales, donde diferentes equipos de emprendedores desarrollan ideas sobre este sector y otras tecnologías. Con este panorama, desde 2015 han abierto en la ciudad centros de alto rendimiento para jugadores de deportes electrónicos o esports y bares donde los aficionados pueden relajarse y echar unas partidas.
La apertura de estos tipos de locales en Madrid y otras provincias animó a algunos emprendedores a traer el modelo de negocio a la ciudad, una oferta que fue bien recibida entre los jóvenes. En la actualidad hay dos centros de alto rendimiento en Málaga, Gamer Zone y Elite Gaming Center, que funcionan como gimnasios donde los entusiastas de los esports pueden entrenar para subir su nivel de cara a las competiciones y torneos.
Pero como ocurre con el deporte, no todo el mundo al que le gusta lo practica de manera profesional, algunos solo lo hacen para pasarlo bien, socializar y a otros simplemente les gusta ver cómo compiten sus equipos favoritos. Para este tipo de público existen dos bares donde poder jugar a los últimos títulos del mercado, ver una retransmisión de las ligas de esports y tomar una bebida o comer. Son el New Game y el Level Up-Soho.
Estos nuevos modelos de negocios son una evolución de los locutorios o cibercafés de toda la vida, pero con las últimas consolas y los ordenadores y periféricos más punteros.
El primero de estos negocios en ver la luz fue Gamer Zone. Ubicado en el número 16 de la calle Góngora, este centro de alto rendimiento abrió sus puertas en octubre de 2015 y fue "el primero dedicado completamente a los esports", según afirmó su socio mayoritario, José Montes. A la semana de comenzar organizaron el primer torneo "serio" de League of Legends en la ciudad, que enfrentó a 16 equipos de cinco contra cinco.
La idea de crear un local así la tuvo su hijo, José Raimundo Montes, un estudiante de Informática que al ver establecimientos gaming en otras capitales de provincia decidió arriesgarse a montar uno en Málaga.
Gamer Zone cuenta con 20 ordenadores de alta gama y siete consolas, además de espacios para juegos de mesa. También ofrecen todo tipo de refrescos y aperitivos para acompañar las sesiones. "Principalmente lo que pretendemos es hacer socios , fidelizar a los chavales. A partir de ahí se van sacando jugadores, organizan sus equipos", detalló Montes.
En este sentido, el centro colabora con el equipo Quimera, que a punto estuvo de ganar en la liga Survival celebrada en julio en el Polo Digital. Además del trabajo habitual, a veces organizan nocturnas a puerta cerrada, cuando algún grupo les pide entrenar durante la noche. Incluso han hecho la función de guardería en alguna ocasión, cuando una madre deja a los niños ahí para ir de compras, y también alguna despedida de soltero, bromeó Montes.
"Este negocio está socializando el juego", pues hace que los jóvenes se reúnan en un lugar para jugar en vez de hacerlo desde sus casas, argumentó. Esta opinión es compartida por el gerente de Elite Gaming Center en Málaga, pues relató que en el local los clientes tienen los mismos intereses y aunque no se conozcan se acaban convirtiendo en amigos tras unas partidas.
Elite Gaming es una franquicia que tiene centros en las principales ciudades del país, y abrió en la capital de la provincia en abril de 2016. "Se procura dar el mayor pc gaming con periféricos de alta gama para todo lo relacionado con el tema de esports, para que vengas a jugar y subas tu liga y división", subrayó. El local está situado en el número 5 de la calle Eslava y cuenta con 30 equipos de alto rendimiento, destinados a sacar el máximo partido de los juegos para los deportes electrónicos. Esta es una de las principales diferencias con los antiguos locutorios, pues ahí no hacía falta un ordenador de altas prestaciones, recordó el gerente del negocio. Para usar los equipos los clientes se crean una cuenta con tiempo para consumir, la cual no caduda, pero también pueden pagar por horas, detalló.
A los centros de alto rendimiento les siguió la apertura de bares en los que los esports también están presentes, pero de la misma forma que un partido de fútbol ocupa las pantallas de una cafetería cualquier tarde.
El primero de ellos en abrir fue el New Game en junio de 2016 en el número 10 de la calle Kadinski de Teatinos. Su cercanía a la Universidad y la escasez de lugares de estas características ha hecho que goce de una clientela constante, explicó el responsable del local, Cristian Martín.
Junto a su novia, Martín decidió abandonar su empleo de camarero y aventurarse a abrir el bar, después de ver que en Madrid comenzaban a proliferar. "Yo que soy un friki de los videojuegos me dije: ya que lo único que sale para delante es la hostelería pues vamos a probar", señaló al respecto.
El local ofrece los típicos servicios de un bar cualquiera, como cervezas, copas, cachimbas y también comida, solo que la consumición implica una hora de juego en una de las cinco Play Station 4 de las que dispone, tras las que se reúnen cada tarde algún grupo de jóvenes para "picarse" a títulos como Fifa -el más solicitado- o Tekken.
Por otra parte, el New Game cuenta con una zona más apartada con 10 ordenadores de alta gama reservada para aquellos que prefieren un ambiente más profesional y centrarse exclusivamente en su partida. El último bar de estas características es el Level Up, que inició su andadura en el Soho -calle Trinidad Grund, 33- en mayo de este año.
A simple vista puede parecer que ofrece lo mismoque su homólogo de Teatinos, pero en este local el ambiente que se respira es más retro. Dos máquinas recreativas acompañan a las siete consolas actuales -dos Play 4, una Switch, una Wii-U y una Play 3-, según precisó Triun, uno de los responsables del negocio. Por las tardes el local tiene funciones de tetería, pues se sirven infusiones, batidos y gofres, mientras que conforme llega la hora de cenar hace las veces de un bar de barrio, con hamburguesas y camperos.
A parte de la política "un mando por consumición", en el Level Up también se realizan torneos. Todos los domingos organizan uno de Super Smash Bross -el juego más reclamado, según un cliente habitual-, así como tiene lugar los martes un "rey de la pista" con un premio sorpresa. Durante la Feria implantaron una gran ruleta con 27 "putadas" y algunas recompensas que fue todo un éxito, por lo que la mantendrán durante todo el año.
Tanto los aspirantes a profesionales de los esports como los aficionados a los videojuegos sin más comienzan a ver, poco a poco, cómo nuevas formas de ocio y lugares de reunión se cuelan en la oferta malagueña. Si bien los principales clientes de estos establecimientos suelen tener entre 15 y 30 años principalmente, los más pequeños también se interesan por estos locales. Los cuatro acogen cumpleaños con reservas, lo que supone una alternativa para los padres, que pueden disfrutar de una copa, café o cena, o aprovechar para ir de compras, como se ha visto en el caso de los centros de alto rendimiento, mientras los niños quedan "enganchados".
Desde estos bares y centros esperan que dentro de un tiempo aumente el número de locales.
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