La histórica Villa Francisca de El Limonar, uno de los tres edificios históricos y con protección arquitectónica que componen Villa Fernanda, pasará de ser una casa a un restaurante. El Ayuntamiento ha dado luz verde al cambio de uso del inmueble que pasará de residencial a hostelero. 

Para ello, y según el proyecto presentado en la Gerencia de Urbanismo, deberán hacer una reforma de consolidación estructural interior, adaptaciones de la distribución, incorporación de ascensor para dotar al edificio de la accesibilidad universal que actualmente no posee y una puesta en buen estado general del mismo para el uso al que pretende destinarse. Además, deberán rehabilitar la fachada y los cierres, hacer reajustes de la distribución interior para su adaptación al uso previsto o renovar las instalaciones interiores del edificio.

Para ello, Progofer SL, la empresa que lo promueve, tiene un presupuesto de ejecución de los trabajos de 550.362,38 euros. Sin embargo, la concesión de la licencia de obra está condicionada a que se realice un estudio arqueológico, para lo que tienen un plazo de dos meses –prorrogable en caso de que resulten hallazgos en la parcela–.

Se ha descartado que la zona que en estos momentos es una pista de tenis se convierta en aparcamientos ni tampoco se modificará el jardín para dar uso al restaurante. 

En la parcela referenciada actualmente se encuentran varios edificios con uso vivienda y usos deportivos asociados a ellas sobre una parcela total de 10.849 metros cuadrados con una superficie total construida de 2.087 m² y un año de construcción que se data en 1936, si bien se incluyen reformas detectadas en 1985.  

Tal y como refleja el proyecto presentado, el conjunto residencial conocido como Villa Fernanda, que cuenta con protección arquitectónica, se sitúa en una zona del Distrito Este, donde entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX se desarrollaron villas residenciales de clase alta.

De forma general se puede indicar que el conjunto cuenta con tres edificaciones principales entre otras muchas de carácter auxiliar, rodeadas por un jardín paisajístico con abundantes esculturas. Según se indica en el proyecto, fue construido durante la década de 1920, en un estilo regionalista inspirado en las villas renacentistas italianas, con el diseño del arquitecto Daniel Rubio Sánchez.

La parcela de Villa Fernanda donde se encuentra el inmueble a rehabilitar cuenta con una superficie de 11.837 metros cuadrados con fachada a tres calles, y su elemento principal es el jardín, que organizado por niveles se encuentra incluido dentro del catálogo de jardines protegidos de la ciudad.

La construcción a rehabilitar y que es objeto del presente expediente no es claramente visible desde los viales principales (Paseo de Miramar y C/San Vicente de Paul) al quedar en la zona Noroeste de la parcela, a una cota más alta y apartada, casi de forma externa al conjunto. Tiene un acceso directo desde C/Ramos Carrión.

Según el proyecto presentado esta intención apartada es un elemento tipológico desde su origen, afirmando: “Conceptualmente, el edificio fue diseñado como un pabellón alzado sobre un imponente basamento para dominar el jardín que lo rodea, situándose al fondo de la parcela, en una cota alzada sobre el terreno circundante, buscando probablemente las mejores vistas y la mayor teatralidad desde su acceso principal. Las fotografías antiguas demuestras que por su singular estética y posición sobreelevada respecto al entorno, se convierte en un hito para los primeros".