Lunes. Primera hora de la mañana y con ella el colapso de Salud Andalucía, la aplicación a través de la que los establecimientos de restauración y ocio nocturno deben comprobar que el código QR que presentan los clientes es verídico y, efectivamente, cuentan con la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus o se han recuperado recientemente tras pasar la enfermedad. Una situación que no se pudo solucionar completamente hasta al mediodía, aseguró el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos.

Confusión y muchas dudas también entre algunos clientes. Estaban quienes no sabían cómo obtener el pasaporte y los que eran desconocedores de que la medida entraba en vigor este lunes. Por ello, y para informar tanto a los consumidores como a los propios hosteleros, Mahos ha repartido carteles que se pueden consultar a la entrada de los establecimientos. 

No obstante y en líneas generales, los clientes están recibiendo la norma positivamente y se han mostrado más tranquilos a la hora de entrar a bares y restaurantes Así lo han confirmado distintos establecimientos situados en el centro histórico de la capital malagueña.

“La mayoría de gente quería fuera y hoy a muchos no le ha importado sentarse dentro”, ha manifestado uno de los empleados del restaurante Los Gatos, ubicado en la Plaza de Uncibay. “El día ha ido bien, el 95% de los clientes lo trae”, ha añadido. 

Mismo porcentaje que indicaba uno de los trabajadores del número 30 de la calle Granada. Mientras limpiaba una de las mesas de la Taberna del Siglo, Felipe Muñoz, aseguraba que ha sido una minoría la que no lo tenía y que, en general, “la gente está colaborando”.

“Además, se lo están tomando muy bien”, ha señalado el encargado de La Bella Julieta ubicada en la calle Santa Lucía, Alejandro Mancebo, al tiempo que ha apuntado que “los extranjeros también lo están teniendo”. Aunque se ha mostrado a favor de la medida, que ha calificado de “necesaria”, Mancebo ha expresado que los fines de semana va a ser más complicado debido al volumen de gente. Sin embargo, y ante la pregunta de si les compensa, el empleado de esta cafetería ha afirmado rotundamente. “Da mucha más tranquilidad”, ha asegurado, al tiempo que ha confiado en que este certificado consiga detener las restricciones relativas a aforo y horarios.