Voluntarios de la sonrisa

AVOI ayuda a niños hospitalizados con cáncer

Un acto organizado por AVOI en una imagen de archivo.
Un acto organizado por AVOI en una imagen de archivo.
Efe Málaga

15 de febrero 2016 - 01:00

Cuatro jóvenes, uno de ellos menCon el móvil apagado, los problemas al otro lado de la puerta y una sonrisa en la cara, de esta manera comienzan su jornada cada día los voluntarios que durante dos o tres horas deciden entregarse en cuerpo y alma a los niños de la planta de oncología infantil de un hospital. A base de risas, juegos y manualidades estas personas se sumergen en un mundo donde la alegría vence a la tristeza, con un único objetivo: hacer felices a los niños. "Ser voluntario significa dar lo mejor de ti, hacer que el tiempo que estés con esos niños sea para ellos lo mejor posible", explica a Efe Juan Carmona, presidente de la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil de Málaga (Avoi). Durante los 365 días del año los voluntarios comparten varias horas de su día con los niños que padecen algún tipo de cáncer, trabajo que compaginan con su vida laboral habitual.

"No buscamos a una persona que tenga un máster de animación sociocultural", explica Carmona, quien añade que "lo que se pide son personas que estén con los niños", adultos que jueguen y hagan manualidades, ya que el único requisito para ser voluntario es tener más de 18 años y ganas de hacer feliz a alguien.

"Cuando ves a los niños sonreír y te vas a tu casa con la felicidad de haberlo hecho, esa sensación no se paga con nada", cuenta emocionado Juan Carmona.

La Asociación Avoi está compuesta por unos 160 voluntarios, personas de perfil joven, mayoritariamente mujeres que han recibido un curso de formación impartido por la asociación para poder cumplir al cien por cien con su objetivo.

"Aunque sea fiesta, sábado o domingo siempre hay un voluntario con los niños", recalca el presidente de Avoi, que hace hincapié en que hay que aunar todo tipo de esfuerzos para centrarse únicamente en hacer feliz a los más pequeños. Y lejos de lo que muchos piensan, los voluntarios no utilizan ningún tipo de tecnología para jugar con los niños, "muy rara vez alguna videoconsola", matiza Juan Carmona, "pero lo que hacemos son trabajos manuales".

La característica que sobresale de este grupo de voluntarios es su constante esfuerzo por hacer que un niño no se aburra, es por ello que utilizan juegos de mesa de otros países para mostrarles otras maneras de jugar: "Tenemos voluntarios expertos en juegos de mesa, traemos juegos de Alemania, de Francia o de Inglaterra".

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