El 'Willy Fog' malagueño

No viste de traje, ni lleva sombrero de copa alta. Tampoco tiene cara de león, ni se ha apostado media fortuna a que da la vuelta al mundo en 80 días. Sin embargo, José Antonio Robles se ha ganado a golpe de acelerador el título de Willy Fog malagueño. Hace "casi un año", este vecino "amante de la conducción en moto" se propuso recorrer en vespa los 103 pueblos de la provincia. "Suelo hacer rutas una vez al mes con mis compañeros del Vespa Club Málaga, del que soy socio desde hace cinco años, pero siempre me dejaba atrás muchísimos municipios interesantes. Decidí entonces emprender por mi cuenta este periplo", relata Robles al otro lado del teléfono.

"¿Cómo vas a ir con eso de pueblo en pueblo?", le preguntaban entre risas algunos de sus amigos en cuento les comentaba la idea hace meses. Aún así, este apasinado de las dos ruedas al que llamaban loco no pensó nunca en dejar de lado este "sueño" de viajar a lomos de su "querida" vespa roja modelo PKS 125 por toda Málaga. "La moto tiene una cilindrada pequeña y va a 70 kilómetros por hora, así que no ha sido fácil, pero aguanta", recalca. La motocicleta comprada por su tío hace 30 años llevaba cuatro años en un garaje hasta que a Robles se le ocurrió arreglarla. "La he restaurado entera: motor, chapa y pintura. Tras ponerla a punto está mejor de lo que se encontraba", cuenta.

A la hora de viajar, este malagueño se prepara "a conciencia": "Antes de salir tenso los cables de la moto, reviso el kit donde llevo las herramientas básicas y relleno el bote del carburante en cada trayecto porque temo que en muchas carreteras rurales no haya gasolineras". Hace dos meses se le averió la vespa, pero el arreglo sólo le costó 100 euros. "Ahora el concesionario oficial VespaMálaga me va a patrocinar, así que espero al menos cubrir algunos gastos", confiesa.

De sus viajes, lo que más llama su atención es "la gente, el cariño y la acogida". Para Robles, esta experiencia está siendo como "un segundo" Camino de Santiago, un recorrido que realizó hace unos años y que ha valorado como "una de las mejores experiencias" de su vida. Así, pone en valor "el hecho de encontrarte a alguien cambiando una rueda y entablar una conversación y pensar qué sana es la gente aquí, no llevan la ambición de la urbe", subraya. Este malagueño residente en la capital admite que estaba "muy equivocado" con el concepto de pueblo. "Aprendes a valorar cosas como que un vecino se te acerque para hacerte probar sus aceitunas", rememora.

Con todo ello, y tras pasar por unos 80 municipios, Robles dice no comprender cómo "el 80 por ciento de los malagueños desconocen qué pueblos hay y dónde están". "Esta muy de moda el Caminito del Rey o los Dólmenes de Antequera. No llevarán ahí tiempos los Dólmenes... Los malagueños vamos a visitar los monumentos cuando se convierten en Patrimonio Mundial", declara ofuscado. Según él, "el patrimonio de estos municipios es incalculable, más aún los que se encuentran en entornos naturales privilegiados como Mijas, Frigiliana o Nerja, unos pueblos realmente preciosos".

Por eso mismo, Robles ha decidido editar en cuanto acabe esta travesía una guía a "precio asequible". "Quiero que todo el mundo se entere dónde puede practicar tirolinas, ir a piscinas con aguas medicinales o visitar plazas tan bonitas como la de Ochavada en Archidona", exclama. Pero sobre todo quiere que su "librito" llegue a "personas mayores que no utilizan internet y desconocen las maravillas de esta ciudad".

Al comenzar el proyecto, y ver la acogida que tuvo, decidió plasmar cada viaje en un página de Facebook llamada La Vespa de los Pueblos. Ahí cuelga una foto del municipio acompañada de un breve texto. A veces se sorprende con ello, ya que, según explica, "la gente descubre cosas que ni ellos mismos sabían de sus pueblos". Su objetivo es acabar el viaje, "un homenaje a la Vespa, que celebra este año el 70º aniversario de su nacimiento", el 29 de julio. Hasta entonces, buena suerte al Willy Fog malagueño.