De la A de 'abombao' a la Z de 'zorruno'

Diccionarios de palabras populares malagueñas se han escrito varios, pero no como éste. La originalidad de José Antonio Párragas reside en los versos octosílabos con los que explica el significado de cada vocablo. Aunque su autor prefiere no hablar de un diccionario propiamente dicho, si no más bien de una colección de más de 200 palabras típicas en los barrios de la Málaga de los cincuenta, muchas de las cuales se siguen utilizando hoy en día, otras han quedado completamente en desuso. Es el caso de 'parruchi', estar a dos velas o 'no tener ni un duro', o las bolas de 'nichi' con las que era corriente jugar a las canicas. "Los nichis eran de acero; y se solían coger; de algún cojinete usado; que se pedía en un taller. Como eran tan pesados; se usaban para cambiar. Por esta bola de mármol; ¿tú cuántos nichis me das?"

Entre otras palabras más comunes como 'pechá', 'panoli', 'papear', 'torta', 'tajá' o 'patatús', 'cascarilla' fue el origen de todo este 'tinglao'. "Le tengo un especial cariño porque fue la primera que escribí, aunque sin ideas de continuar, hace al menos diez años", expresó. "Cascarilla casi todos; lo fuimos alguna vez; cuando de niños jugamos; en la calle al 'esconder'; al 'pillapilla' o al 'trompo'; al 'salto el palo', las 'bolas'; a todos aquellos juegos; que estaban antes de moda". Párragas explica que todas estas palabras las ha buscado con anterioridad en el diccionario de la Real Academia Española aunque asegura que, aquellas que figuran, lo hacen con un significado diferente al que usan los malagueños. Además, muchas de ellas han sido publicadas anteriormente en el botín mensual de la Asociación Malagueña de Escritores (AME), de la que actualmente es vicepresidente, donde más tarde empezaría a forjar la idea de culminar estas piezas en un libro.

En definitiva, este Breve diccionario de palabras populares malagueñas nace de los recuerdos de su infancia, como ya lo hizo en su anterior libro Cosas de mi Málaga (2007), del que espera una nueva edición corregida y aumentada. Y es que los versos de este poeta malagueño giran principalmente en torno a su ciudad de origen, dedicando también gran atención a su Semana Santa, de la que cuenta con una colección de más de 40 poemas dedicados a sus cristos y vírgenes bajo el título Málaga Semana Santa. También destaca una recopilación de pregones antiguos como El de las moras, El sillero, El latero o El afilaor, entre otros, siendo muy conocido su poema A la mujer malagueña.

José Antonio Párragas escribe poesía desde pequeño: "Escribía mis propios ejemplos de soneto o cuarteto, diferentes de los que venían en el libro, para aprendérmelos", recuerda. Pero es en su madurez cuando afloraron sus primeras obras y compagina sus inquietudes literarias con sus obligaciones como maestro. Aficionado, además, al teatro, sintió la necesidad de inculcar el amor por este arte en sus alumnos. Pero ante la escasez de obras de teatro apropiadas decidió escribirlas él mismo, como no, en verso. De esta manera cuenta con más de una docena de títulos, como Los abuelos, Así es mi Andalucía, El descubrimiento, Andalucía o el arte, Cuentos al niño Jesús, La familia que queremos, Málaga 500 años atrás, Navidad, Nuestro granito de paz, Pastores de hoy, Nochebuena en el 2000, La comida y la salud y La rosa de Zamarrilla. Todas estas obras han sido representadas por sus alumnos en el C. P. Luis Braille. "Al niño le sirve para soltarse, subirse a un escenario y hablar en público, pero también para ejercitar la memoria. Y para ayudarles a aprenderse su papel, como el verso es más pegadizo, les grababa a cada uno un casete", añadió.

De su espíritu crítico ha nacido también una colección de poemas en los que, con un toque irónico, trata temas de la actualidad malagueña, como La plaza del Obispo, Se dice, Suciedad, La moto o El móvil, entre otros.Párraga ha ofrecido numerosos recitales y ha sido pregonero en variadas ocasiones.