La administradora de las sociedades de Delaware alega que sólo era empleada
Afirma en el juicio del caso Ballena Blanca que sólo ejecutaba órdenes de Del Valle
Estela Elena Herrera, empleada del abogado Fernando del Valle en el despacho DVA, fue administradora y titular de una única participación en más de un centenar de sociedades en las que el socio mayoritario era una entidad constituida en Delaware (Estados Unidos). Implicada en el caso Ballena Blanca, la Fiscalía Anticorrupción le reclama tres años de cárcel y una multa de 12 millones de euros por presunto blanqueo y falsedad. Considera que fue una persona clave en la estructura que creó el abogado para dar curso a inversiones de extranjeros con cuentas pendientes con la Justicia sin que aflorara la identidad de los auténticos dueños de los capitales.
La acusada rebatió ayer estos argumentos durante el juicio y se presentó como una mera administrativa que trabajaba a las órdenes de Fernando del Valle sin conocer los detalles de las sociedades en las que participaba, sus titulares ni los intereses que los movían en la Costa.
Admitió que durante años se encargó de gestionar la constitución de esas sociedades, una labor que o bien le encargaba Fernando del Valle o alguna de las jefas de grupo del despacho. Al ser la persona que solicitaba en el Registro la inscripción del nombre, estaba "obligada" a participar en la entidad, por esa razón figuraba como titular de una participación. Y por indicación de su jefe aparecía también como administradora única de las firmas.
Esta situación se mantuvo sin apenas cambios, según declaró la imputada a preguntas del fiscal, hasta que en 2004, un año antes de ser detenida por este caso, advirtiera que podía tener problemas con Hacienda porque no daba cuenta de las ventas que se producían de su única participación en las sociedades. "Eso no me gustó" porque "no era realidad. Las participaciones no eran mías". Entonces lo comentó con Del Valle y a partir de aquel momento el sistema cambió: el tenedor de la participación ya no sería ella, sino DVA Finance, la sociedad que se ocupaba de gestionar el despacho.
Estela Elena Herrera indicó que nunca tenía contacto directo con los clientes. Eran del Valle y las abogadas quienes le proporcionaban la información para que ella se ocupara de constituir las sociedades. Tampoco estaba al tanto del negocio de esas sociedades. Simplemente acudía a la notaría a firmar cuando así se le indicaba.
En la segunda sesión de interrogatorios en el juicio del caso Ballena Blanca, centrados en la operativa general del despacho y las gestiones que presumiblemente se hicieron para el francés Sophiane Hambli, Fernando del Valle respondió a las preguntas de su defensa para desvincularse en todo momento de este hombre, actualmente preso y relacionado por la Justicia francesa con el tráfico de estupefacientes a gran nivel.
La sociedad Garden Gates, constituida en DVA Finance y de la que fue primero administradora la ex mujer de Sophiane Hambli y después la empleada del bufete Estela Elena Herrera, compró a finales de los 90 cinco apartamentos en Marbella. Anticorrupción sostiene que fue una operación de blanqueo en la que se invertía el dinero de las drogas que supuestamente obtenía Hambli.
Sin embargo, Del Valle indicó que se trató de una mera inversión financiada en gran medida por la propia operación. El abogado dijo que se entregó en metálico una pequeña cantidad de dinero para comprar sobre plano con la intención de vender rápidamente y recoger plusvalías para afrontar los siguientes pagos. Tres apartamentos fueron vendidos y dos alquilados por la nueva pareja de Hambli.
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