Málaga

Los no adscritos toman las riendas

  • La incorporación de Silvia Cabrera al equipo de gobierno de Estepona ha supuesto un balón de oxígeno para Valadez

Semana convulsa la que ha vivido la política local en la parte más occidental de la Costa del Sol. Los concejales no adscritos se han convertido, tanto en Estepona como en Manilva, en objeto de deseo para unos gobiernos en minoría que pleno tras pleno se enfrentan a una oposición que casi les dobla. En el caso de Estepona, por ejemplo, la incorporación de la ex popular Silvia Cabrera al equipo de gobierno que lidera el socialista David Valadez ha supuesto un balón de oxígeno para un Ayuntamiento dirigido en minoría por un pacto entre PSOE, IU, PA, Estepona 2007 y dos no adscritas. El gran número de socios no implica la mayoría ya que, a pesar de la última incorporación, sigue habiendo 12 ediles en el gobierno y 13 en la oposición.

Sin embargo, a mitad de semana, una nueva vuelta de tuerca en la política local dio a Valadez motivo para la esperanza. El único concejal del Partido Estepona no imputado en Astapa, Juan Manuel Rodríguez, anunciaba su decisión de abandonar el partido en el que permanecen José Ignacio Crespo y Manuel Reina, ambos en libertad bajo fianza como consecuencia de la citada investigación policial.

Rodríguez, que ya ha anunciado que no se sumará al gobierno, pasa a engrosar el grupo de no adscritos en el que se encuentran seis imputados que fueron expulsados del PSOE y del PA, además de las que fueran sus compañeras de partido, Carmen Ocaña y Francisca Bernal. Estas abandonaron la formación independiente ante la negativa de Crespo y Reina a renunciar a sus actas tras su ingreso en prisión. Ellas sí se sumaron al proyecto de Valadez.

A pesar de que Rodríguez ya ha dejado claro que se mantendrá fuera del poder, se ha convertido en la llave tanto para la oposición como para el gobierno. En sus manos estará equilibrar un marcador que hasta esta semana estaba 11 a 14 y en el que se van acortando las distancias. Con su apoyo, Valadez podría sacar adelante temas como el plan de saneamiento o la aprobación del PGOU, eso sí, siempre y cuando cuente con el apoyo del propio PSOE, porque en esta semana también ha habido tiempo para discrepancias internas.

Los concejales socialistas Sergio López y Rocío Andrades, el viernes, mostraron a través de un comunicado su oposición a la apertura, por parte del alcalde, de un expediente disciplinario a dos funcionarios municipales. Además, en algunas sesiones plenarias, las ausencias de uno u otro han pesado a la hora de hacer más notable la minoría del gobierno en ciertos puntos.

Pero no sólo en Estepona se ha revolucionado el panorama político esta semana. En Manilva, el PSOE se decidía y daba un paso adelante para integrarse en el equipo de gobierno. Eso sí, el anuncio iba con sorpresa porque antes de asumir responsabilidades se reforzaron incorporando a dos concejales no adscritos, procedentes de la ASM, a las filas socialistas.

La estrategia no ha gustado nada a IU que, a pesar de anunciar que los no adscritos no formarán parte del gobierno, está dispuesta a negociar con el PSOE para conseguir una estabilidad de la que ahora mismo no goza al gobernar con cinco concejales frente a los 12 existentes en la oposición.

Desde el partido escisión del PSOE que abandonaron los no adscritos, la ASM, han hecho esta semana un claro llamamiento contra el transfuguismo, el mismo que se ha podido oír en Estepona por parte de los populares que se han quedado con tres ediles de los cuatro obtenidos en las urnas, mientras que el PES pasa de cinco a dos miembros.

La ASM, con el abandono de sus dos concejales ahora socialistas, se ha quedado con dos representantes de cuatro, igual que le sucedió al PP manilveño. En definitiva, ya sea por avatares políticos o judiciales, nada tienen que ver las corporaciones que salieron en las urnas en Estepona y Manilva con las actuales, si bien es de esperar que en los próximos días se produzcan nuevos cambios que seguirán dando qué hablar.

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