El avispón oriental sigue proliferando en Málaga. Con el añadido de que su presencia no sólo se circunscribe a los núcleos urbanos de los municipios, donde el servicio de Bomberos procede a retirarlos tras los avisos ciudadanos, sino que de un tiempo a esta parte también está causando dolores de cabeza a los agricultores (que no apicultores, eso va por descontado), que reportan picaduras en sus frutos en explotaciones de la capital, Churriana, Torremolinos, el Valle del Guadalhorce o el Valle del Genal. Por lo que algunos, de ambos sectores, ya se han puesto manos a la obra para luchar contra ellos (previa autorización de la Consejería de Medio ambiente) y los están capturando con trampas.  

Posee todos los detalles el responsable de apicultura de COAG Andalucía, Antonio Vázquez, que explica que la presencia de esta especie "está afectando bastante" a los cultivos pese a que no es el tiempo idóneo para la expansión de esta especie, toda vez que con la llegada de los meses más fríos "los machos mueren y las abejas reinas, ya fecundadas, sobreviven en un estado parecido a la hibernación", por lo que la cantidad de insectos de estas características que pululan por el campo desciende drásticamente. El problema es que los mercurios no se animan a bajar con determinación aún estando en noviembre. Ya en estas fechas, cuenta, las que quedan sobreviven "todavía mejor" en las zonas urbanas. Es en este punto donde llegan a ser un "verdadero peligro" para la gente. Lo normal es que su número comience a repuntar "de marzo en adelante". 

Con todo, el avispón oriental está suponiendo un problema en estos momentos para los agricultores que, según Vázquez, ven cómo sus frutos se echan a perder por sus picaduras, que los inhabilita para ser vendidos. "Atacan, sobre todo, la fruta madura y que está dulce, como la uva". Y, aunque la lucha contra esta especie es "especialmente complicada porque suele anidar bajo la tierra", anima a que se siga haciendo, por los cauces legales. "Cada abeja reina muerta es un nido menos en primavera", cuenta. En el caso de la apicultura, la situación se vuelve todavía más dramática, puesto que este insecto "consume las reservas de miel y mata a las abejas". 

Es por esto que Vázquez, en calidad de representante de COAG, pide dos medidas concretas: por un lado, que sea "declarada como especie exótica invasora" y, por otro, la puesta en marcha por parte de la Junta de un protocolo para que se capturen "correctamente evitando su dispersión", así como una estrategia de control en la que "estén implicados los ayuntamientos", por lo que también solicita analizar el Programa de gestión de avispones exóticos regional y su posterior traslado al sector apícola andaluz para su ejecución. 

Por su parte, el técnico de Asaja Málaga Benjamín Fauli añade que "lo ideal" para solucionar el problema es que los agricultores "cojan muestras" de los avispones orientales y que los envíen a analizar para determinar su taxonomía (es frecuente confundirlos tanto con el avispón asiático, especie invasora reconocida, como con el avispón español) y aporten su posición, de manera que la administración regional "pueda realizar un mapeo de los nidos para retirarlos y saber por dónde avanzan". También pide la puesta en marcha de una campaña "más agresiva" y amplía el número potencial de especies vegetales en peligro a todas las que luzcan floración.