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Fitosanitarios y sequía en Málaga: los grandes enemigos de los apicultores

Apicultor sosteniendo una colmena.

Apicultor sosteniendo una colmena. / M. H.

Colmenar, pueblo de evidente origen apícola, ha luchado durante los últimos años por regresar a sus raíces. En el año 2005, la Asociacion Malagueña de Apicultores se instaló en este municipio y ahora pueden decir con orgullo que constan de cerca de tres mil colmenas, con más inri teniendo en cuenta las adversidades a las que se enfrentan.

La situación de sequía que acecha a la provincia afecta directamente a la floración de las plantas, y de este modo, la polinización se perjudica de este mismo hecho. Los apicultores de Colmenar están viéndose afectados por estos factores y cuidar de las abejas es una tarea cada vez más dura.

"Las abejas dependen del campo y el campo de las lluvias. Prácticamente es como si los apicultores fuéramos labradores, porque dependemos de plantas y todas necesitan agua en mayor o menor medida. En 2005 entró una sequía fuerte y las producciones cayeron a la mitad, desde entonces no llueve como llovía antes", reconoce Fernando de Miguel, presidente de la Asociación de Apicultores.

Sin embargo, este auge apícola se ha dado en los últimos 15 años gracias a los talleres de empleo de la Asociación. "Nosotros llegamos aquí en 2005 y había dos apicultores solo. Hicimos en 2009 un taller de empleo durante doce meses y salieron siete apicultores", informa el presidente de la Asociación.

Apicultores de Colmenar. Apicultores de Colmenar.

Apicultores de Colmenar. / M. H.

Gracias a la Asociación, han dado vida al nombre del pueblo, que vuelve a destilar miel. Elegido además como sede y centro divulgativo de la apicultura, la falta de conocimiento general sobre esta hace necesaria su labor. "Estamos viendo que la población civil que no sabía nada está empezando a conocer que la miel las hacen las abejas y que desde hace 10 años tenemos una serie de problemas", comenta de Miguel.

Estos problemas, además de la mencionada sequía, abarcan el uso de los fitosanitarios. "Ahora hay tractores echando pesticidas a diario, toneladas y toneladas que van en aumento porque también las producciones agrícolas se han concentrado. Como la agricultura no quiere bichos y las abejas son insectos, los apicultores nos quedamos sin abejas", añade el presidente de la Asociación.

En un panorama en el que los insecticidas arrasan con las abejas y la falta de lluvias reduce la floración, los apicultores ven cada vez más difícil sostener la economía. A la lista de problemas se suma las importaciones de miel desde China y países latinoamericanos que se venden a menor precio. "La barrera económica es una realidad. Pero hay un mercado cada vez más grande que busca la producción natural y cada curso vienen 5000 niños a los que les hablamos de la miel de Málaga".

La última toma de muestras que realizó la Comisión Europea meses atrás reveló que el 46% de la miel importada estaba adulterada. Jarabe de maíz, glucosa... Estas mieles, a pesar de su buen precio, contrarrestan los beneficios que aportan las autóctonas.

Miel y Solo Miel es la empresa apícola de Colmenar que día a día lucha contra las importaciones e intenta poner en valor su producto. De colmenas situadas en la zona, persiguen que el proceso desde que la miel sale de los panales hasta que acaban en el bote sea lo más puro posible.

Proceso de envasado a mano. Proceso de envasado a mano.

Proceso de envasado a mano. / F.E.

"La miel viene en bidones de 300 kilos, nosotros sacamos una muestra, la mandamos a analizar y las clasificamos en las distintas variedades. Una vez que pasan el proceso de calidad y ya están aceptados se colocan en su zona, y luego cuando se necesita de esa variedad para envasar se coge el bidón y se traspasan a los distintos maduradores", explica Rafaela Chacón, trabajadora de Miel y Solo Miel.

Las puertas del Museo de la Miel de Colmenar acogen a miles de personas durante todo el año. Aunque reconocen que una parte de los visitantes suelen ser extranjeros, la otra la conforma mayoritariamente grupos de colegios. En su exposición se puede vivir una experiencia inmersiva y educativa sobre el mundo de las abejas, además de realizar visitas a las colmenas.

Además, la Asociación Malagueña de Apicultores acogerá junto con la Universidad de Málaga el XI Congreso Nacional de Apicultura, en el que, además de las ponencias, se realizarán talleres, entre ellos, elaboración de cosmética apícola; un taller sobre cata y caracterización de Mieles de Málaga; taller sobre obtención, procesado, utilización y consumo de propóleos y también un taller de iniciación al análisis melisopalinológico de mieles.

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