El campo malagueño ha vivido en 2015 un año de contrastes. La buena marcha en general de los distintos cultivos agrícolas de la provincia de Málaga, que ha conseguido la facturación más alta de la década, contrasta con el preocupante balance anual con el que cierra la ganadería, el peor de los últimos diez años que pone en una situación crítica a prácticamente todo el sector. La noticia positiva del año, según el balance hecho ayer por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Málaga, es que lo que se ha perdido en un lado se ha compensado en otro y así la facturación total agroganadera ha ascendido a 731,54 millones de euros, uno de los mejores datos anuales desde 2006. Solamente superado en ese año, en 2007 y 2008.

Ha sido la agricultura la que fundamentalmente ha tirado del carro para obtener un balance tan positivo, ya que el sector agrícola malagueño ha logrado facturar 610 millones de euros -un 12,4% más que en el ejercicio anterior, justo lo que ha descendido la facturación ganadera-. Pero dentro del sector, los pesos pesados siguen siendo el olivar y los subtropicales, aunque en mayor o menor medida todos los cultivos agrícolas han arrojado buenos resultados en esta campaña. En el caso del olivar, el cultivo mayoritario de la provincia, representa prácticamente un tercio de la facturación total agrícola. Y eso a pesar de que, explicó el secretario general de la patronal agraria, Benjamín Faulí, la producción ha descendido este año casi un 18%, lo que se explica en el hecho de que "el precio del aceite se ha disparado de los dos euros y podo del año pasado a los tres euros de media de este años y los agricultores han tenido retornos bastante interesantes".

Algo parecido ha ocurrido en los cultivos de tropicales, que han logrado mantener precios "extraordinarios" durante la campaña lo que ha disparado la facturación. Destaca especialmente, dijo Faulí, el aguacate que por primera vez ha tenido un precio medio de más de dos euros el kilo. Eso ha supuesto que la facturación de este año haya rozado los 100 millones de euros, un 46% más que en el anterior. En el mango, y pese a que la producción ha sido significativamente inferior con unas 9.000 toneladas, se ha logrado facturar 17 millones de euros también porque el precio del kilo se mantenido en los dos euros.

Tampoco ha sido un mal año para los cultivos hortícolas y los tubérculos, que han aumentado un 5% su facturación hasta cerrar con 178 millones de euros en una campaña en la que todos los productos han subido sus precios a excepción de la lechuga, el pepino y el tomate. Este último, explicó el secretario general de Asaja Málaga, "ha sufrido un descenso significativo tanto en precio como en la superficie cultivada, sobre todo, en la Axarquía donde los agricultores se están pasando a los subtropicales".

Es lo que está pasando también los viñedos, cuya producción ha descendido como consecuencia de la reconversión del sector especialmente el dedicado a la uva pasa. "Cuestan mucho de producir, su coste es alto y el relevo generacional en el sector es un problema para un sector tan tradicional", explicó Faulí. Buenas noticias también para los cítricos malagueños, que han facturado casi 170 millones de euros en un año en el que el limón es el que está tirando del carro gracias a que por cuarto año consecutivo ha logrado mantener su precio en el mercado.

La alegría del sector agrícola contrasta con el negativo resultado que en general ha arrojado la ganadería en la provincia, de la que únicamente se ha salvado el porcino ibérico. La leche de cabra, la carne de caprino y el porcino blanco, en cambio, han vivido un año difícil. El más llamativo es el caso de este último que ha descendido su facturación en casi once millones de euros debido fundamentalmente al bloqueo impuesto por Rusia, uno de los principales mercados para el sector mayoritario de la ganadería malagueña.