Robos en el campo

Aguacates, ese fruto objeto del deseo

  • Asaja pide más vigilancia y control sobre el robo de aguacates, el peso y el precio de estos subtropicales provocan que vengan cuadrillas de toda Andalucía para llevárselos

Aguacates en una explotación de la Axarquía.

Aguacates en una explotación de la Axarquía. / Mayte Cortés

El modus operandi es similar en todos los casos: esperan a que los agricultores se vayan de sus fincas para entrar rompiendo las alambradas y llevarse el máximo de fruta posible. A su paso, destrozan el material agrícola que les pueda obstaculizar la huida. Desde el mes de noviembre que empezó la campaña de aguacates, los productores de esta fruta subtropical están denunciando los robos de los que son víctimas.

Sólo en la última semana de ese mes, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) tuvo conocimiento de al menos siete en diferentes fincas de Vélez-Málaga. Y así, hasta la fecha. Lo peor coincidió con el puente de diciembre y con los de Navidad ya que al llegar varios días festivos, los agricultores dejan de pasar por sus fincas, y los enemigos de lo ajeno campean a sus anchas. Se ha dado incluso el caso en algunas propiedades, en las que los asaltantes dejan los aguacates de los árboles que hay alrededor de la valla para disimular que no se ha cometido ningún robo y para que el productor se confíe, sin embargo, en el interior están todos “pelados”.

En la huida los ladrones destrozan vallas, pozos y lo que encuentran a su paso

“Los agricultores nos han alertado de varios robos y asaltos en los que además de llevarse la fruta dañan las casetas, pozos o incluso un tractor. Son cuadrillas que recogen ocho o diez kilos, y luego se van a venderlos donde se lo compren, máximo beneficio en el mínimo tiempo posible”, denunció el técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja en la provincia, Benjamín Faulí, quien en este sentido pidió a las administraciones mayor vigilancia policial y control sobre la fruta robada. Estos daños también se producen en el vallado y en los propios árboles.

“Ni los comerciantes deberían comprarlos cuando se los ofrecen ni los consumidores tampoco en tiendas y mercadillos. Es muy fácil diferenciarlos porque suelen ser aquellos que vienen con el pedúnculo partido del tirón que les dan para salir corriendo y los venden las fruterías sin ningún pudor. Esa es una señal inequívoca del robo. Los agricultores se los quitan con las tijeras como debe ser”, advirtió Faulí. “El problema se agrava cuando empezamos a saber que estos aguacates también se están vendiendo en otras provincias andaluzas. Vienen porque el precio es alto y se desplazan hasta aquí. Sabemos que están actuando cuadrillas de fuera y esto complica la identificación de la fruta y el control en las fruterías”, señaló el técnico de Asaja, consciente de que “la fortaleza del sector de subtropicales” lo está haciendo muy atractivo para los cacos.

El sector reclama inspecciones en los comercios y mercadillos

El técnico de Asaja explicó que el incremento de robos tanto en aguacates como en mangos es consecuencia de la rentabilidad que tienen dado su precio y peso. La variedad Hass que es la que ahora se comercializa, como indicó, está entre 2,82 y 3 euros el kilo. Así, los robos no sólo se localizan en Vélez-Málaga, sino también en Torrox y en el resto de municipios de la comarca axárquica. Hay explotaciones en las que en una noche les han afanado entre 10 y 15 kilos. ”No se necesitan muchos kilos para sacar un buen dinero, con los aguacates el jornal se gana pronto”, lamentó. “El agricultor también tiene que concienciarse que tiene que denunciar estos robos”, añadió.

A mediados de noviembre representantes de Asaja se reunieron con el alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno Ferrer (PSOE), para abordar la problemática de los robos de aguacates en fincas del municipio y atender su solicitud de, una vez iniciada la campaña de este fruto, aumentar la seguridad así como el control en los comercios para evitar estos delitos.

Durante la reunión se ha hablado de abordar este refuerzo en dos líneas de actuación. Por un lado con mayor presencia de patrullas policiales vigilando los caminos rurales cercanos a los campos de cultivo y, por otro, aumentando las inspecciones del origen de estos productos en comercios, mercadillos y otros espacios de venta ambulante. A finales de julio, la Subdelegación del Gobierno en Málaga puso en marcha un equipo Roca de la Guardia Civil para combatir los robos en el campo en la Axarquía, la principal región española de producción de frutos subtropicales.

La necesidad de implantar este dispositivo en esta comarca respondía al incremento de robos que se habían registrado en cultivos como el mango y el aguacate que tienen un elevado valor en el mercado.En el caso de la Axarquía, el equipo tiene su base en Vélez-Málaga y está conformado por un cabo y cuatro guardias civiles, y suponen un refuerzo de la vigilancia de las zonas rurales.

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