El águila americana de La Palmilla

¿Qué puede hacer un águila americana harrier en una plaza de La Palmilla? Aún no hay respuesta a esta pregunta e incluso se ha abierto una investigación policial para aclarar esta duda, pero lo que parece claro es que si tenía que aparecer en algún lugar de la capital, debía de ser en esta barriada tras el hallazgo de cachorros de tigre, reptiles de todo tipo y perros y ponis de incalculable valor. Dos agentes se las vieron y desearon ayer para atrapar a esta ave -incluida alguna herida por picotazo- y trasladarla a dependencias policiales.

La intervención se produjo durante la mañana. Dos policías de la Comisaría Norte que estaban patrullando por el citado barrio fueron alertados por un ciudadano de la presencia en la Plaza de los Verdiales de "un pájaro de grandes dimensiones" -tiene una envergadura con alas abiertas superior al metro-.

Éstos se desplazaron al lugar y observaron que el águila tenía atada una cuerda a una de las patas. Se acercaron sigilosamente y, con la ayuda de una caja y un trapo, que le echaron por encima, evitaron que iniciase el vuelo.

El animal se resistió a la captura y propinó varios picotazos y arañazos (con las garras) a los agentes, uno de los cuales hasta sangró por una de sus manos. Fuentes policiales explicaron que se trata de un ejemplar de águila americana harrier a la que inicialmente no se le observaba anilla identificativa.

La recuperación del ejemplar ha abierto una investigación para conocer su procedencia y si había sido sustraída por alguien de la barriada. Las citadas fuentes señalaron que se iba a contactar con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para que se hiciese cargo del águila.

Un ornitólogo explicó que ésta es una especie que se usa fundamentalmente para la cetrería porque son fáciles de manejar y unas voladoras muy ágiles. Éste apuntó que existe un mercado negro importante de estos pájaros y que pueden llegar a venderse por 3.000 euros. No están protegidos por la legislación española.