Málaga

La alacena de la investigación

  • El Biobanco de Málaga conserva fluidos y tejidos humanos para proveer material a los investigadores a fin de que puedan desarrollar sus proyectos

Huesos, sangre, orina, tejidos enfermos, tejidos sanos, piel, tumores, grasa, lágrimas, leche materna, heces... El Biobanco Provincial de Málaga conserva material biológico humano muy diverso con un objetivo: proveer a los investigadores de los tejidos o fluidos que necesiten para sus estudios. En definitiva, el Biobanco trabaja para que avance la Medicina y es la alacena de la investigación.

"Nosotros proveemos del material a los investigadores porque la investigación biomédica necesita de esas muestras humanas. Las muestras no se almacenan por que sí, sino porque se necesitan para un proyecto de investigación o porque se trata de una enfermedad rara y es estratégico conservarlas", explica la coordinadora técnica del Biobanco de Málaga, Tatiana Díaz. El material se guarda en 36 congeladores repartidos por los hospitales Regional, Civil, Clínico y Costa del Sol.

La estructura se rige por una estricta legislación y forma una red de 56 biobancos en España

Si en la actualidad se salvan vidas con las células madre de la sangre del cordón umbilical es porque hace años se investigó en esa línea. Los proyectos a los que ahora aporta material el Biobanco contribuirán a los avances de la Medicina dentro de una década, dos o tres...

Las muestras que conserva el Biobanco se utilizan mayoritariamente para investigación. Pero también pueden tener un uso asistencial, por ejemplo, si hacen falta para la ampliación de un diagnóstico para el enfermo al que pertenecen. "Siempre priman los intereses del paciente", aclara Díaz.

Toda la vida, los investigadores se las han ingeniado para conseguir muestras a fin de estudiar las enfermedades y hacer avanzar la Ciencia. Hace varias décadas, si necesitaban cierto material iban a los cirujanos para conseguirlo. Ahora acuden al Biobanco. Desde 2007 hay una legislación que regula estas instalaciones para dar garantías a los pacientes y facilitar la labor de los investigadores. De hecho, todas las muestras se almacenan con el consentimiento de las personas a las que pertenecen.

El germen de la estructura actual fue el Banco de Tumores, que se creó en 2005. Un poco más tarde, en 2008, éste dio lugar al nacimiento el Biobanco. La ventaja de estas instalaciones repartidas en cuatro hospitales de la provincia es que a su vez se integran en el Biobanco de Andalucía y en la Plataforma de Biobancos de España. En total, constituyen una red de 56 centros a los que pueden acceder los investigadores. De modo que el avance legal y organizativo ha contribuido a ampliar el material disponible. Si el Biobanco de Málaga no cuenta con muestras de una enfermedad rara, el investigador que la necesite puede hallarla en los otros 55 centros de la Plataforma.

En esta estructura trabajan en la provincia cinco profesionales. Díaz matiza que en realidad, la red la forman desde el cirujano que extrae una muestra o la enfermera que saca sangre hasta el celador que transporta el material. Por eso, todo el personal de los centros sanitarios participa en el Biobanco. Y aclara que el objetivo no es acumular material, sino darle salida para proyectos de investigación. Los excedentes que no se usan en Málaga, se ofrecen a los otros centros de la Plataforma. Todo sin coste para los investigadores. Porque este banco persigue una única ganancia: que avance la Medicina.

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