Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

solidaridad Ofrecen mantas, abrigos y más de 100 litros de leche caliente para entrar en calor ante la bajada de temperaturas

Las alas que protegen del desamparo

  • La ONG Ángeles Malagueños de la Noche reparte a diario mil bocadillos a personas sin techo o asfixiadas por la crisis

Felisa dedica todas las tardes de los lunes a la asociación benéfica que fundó hace tres años. Junto con un centenar de voluntarios reparte comida a las personas que viven en las calles. En una caseta situada junto a la parroquia de Santo Domingo atienden a diario entre 400 y 500 personas. Todos los días elaboran un millar de bocadillos que reparten a partir de las siete de la tarde. Son los Ángeles Malagueños de la Noche y sus bollos y su leche caliente son, en muchas ocasiones, la primera y única comida que se llevan a la boca aquellos que acuden a su llamada. En estos días de frío, también reparten mantas y ropas de abrigo.

"Damos todo lo que tenemos, para eso estamos", dice Felisa y cuenta que uno de sus colaboradores ha comprado 300 mantas y las están entregando "a los que vemos que verdaderamente están en la calle". Para esta voluntaria el invierno es especialmente duro y demanda "un espacio, por lo menos para pasar la noche, algo recubierto, un pabellón, una iglesia, algún sitio en el que estas criaturas puedan dormir, porque es un dolor que se puedan morir de frío".

Nunca está sola la caseta cerca del Hotel Ibis y ya tienen usuarios fijos a los que conocen por su nombre. La mayoría son hombres, algunos de la tierra, otros extranjeros. "Nos agradecen mucho la ayuda y nos dicen que si no fuese por nosotros esa noche no hubieran comido", relata Felisa. Pero a los Ángeles Malagueños de la Noche no sólo acuden los sin techo. También gente ahogada por las dificultades económicas piden sus bocadillos, su yogur y su taza de leche.

En Nochebuena realizaron una campaña especial, la operación pollo. Más de 1.600 personas se acercaron para recibir la donación de estos voluntarios que cuentan con la solidaridad de empresas y particulares malagueños para poder realizar su labor. Son las alas que protegen a los desamparados al caer la tarde, cuando la soledad es aún más punzante. Son verdaderos ángeles para aquellos a los que casi nadie se atreve a mirar.

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