Si para los miembros de la oposición del Ayuntamiento de Sedella fue sorprendente la dimisión de su alcalde, José Antonio Gutiérrez, (PSOE) en el Pleno, todavía más, que en menos de 24 horas, y de nuevo la noche antes, convocase otra sesión extraordinaria para la elección del nuevo regidor. Por la mañana, había anunciado públicamente que presentaba "su dimisión como alcalde y como concejal de la Corporación" tras tener conocimiento de que se había registrado una denuncia en la Fiscalía imputándole la comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones y "por la falta de apoyo del resto de miembros de la Corporación". Sin embargo, según confirmaron varios ediles, Gutiérrez no renunció a su acta de concejal en el Pleno ni tampoco les dijo que existiese denuncia alguna en la Fiscalía. Sino que dejaba su puesto como mandatario local "por tensiones en el equipo de gobierno". El hasta ahora alcalde de Sedella gobernaba en minoría con los dos concejales de Izquierda Unida.

Hoy a las 9:00, según consta en el único punto del orden del día, tendrá lugar el acto de investidura del nuevo alcalde. Previsiblemente, el portavoz de IU, Francisco Abolafio, contará con el apoyo de su compañero de partido, y podría tener también el voto de Gutiérrez que tras dejar las filas socialistas para al Grupo Mixto, y de la única representante del Partido Popular, Mercedes Azaña.

En Sedella, un pueblo de 700 habitantes de la Alta Axarquía, nadie se esperaba la dimisión de su alcalde. Tampoco los concejales que quedaron desconcertados tras conocer por la prensa los motivos reales de su renuncia. "Como nos dijo que era por tensión en el equipo de gobierno, no le preguntamos nada sobre esa denuncia de la que ahora sabemos", lamentaron los miembros de la oposición. Gutiérrez explicó su decisión llega tras tener conocimiento de una denuncia, en la que se le imputa la presunta comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones. No obstante, puntualizó que desconoce quién la ha presentado, así como su contenido y cuáles son los delitos que supuestamente se le atribuyen.

"La dimisión presentada no es asunción de culpabilidad o reproche penal y sólo obedece a mi íntima convicción de que una administración pública, por pequeña que sea, no debe estar regida por una persona sobre la que se ha vertido la sospecha de la comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones, por disparatada que sea la denuncia", argumentó Gutiérrez quien señaló que con su dimisión, "facilita esa defensa, dando un paso atrás, renunciando al cargo que hasta hoy ostentaba legítimamente y facilitando la investigación de las autoridades competentes".

Asimismo, defendió que su renuncia es "la asunción de un deber moral de mayor exigencia que la correspondiente a un ciudadano que no desempeña cargo público" y la entiende como "una carga del propio cargo que desempeñaba".

El hasta ahora regidor de Sedella también quiso dejar claro que "esta dimisión no debe ser entendida como una admisión de responsabilidades penales que no ha contraído, y ha puntualizado que una vez repuesta su honorabilidad exigirá responsabilidades".