El alcalde no prevé ampliar el contrato a Limasa y dividir el servicio por zonas
Aunque el acuerdo estará vigente aún varios años, De la Torre insiste en la idea de abrir la etapa "post-Limasa" a lo largo de este mandato · Una de las opciones es repetir el modelo de parques y jardines
Al actual modelo de limpieza en Málaga capital le quedan los años contados. La idea que a día de hoy maneja el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, pasa por no prorrogar el contrato que a principios de la década del año 2000 suscribió el equipo de gobierno, con los socios privados de Limasa III y que, según el acuerdo formal, se alargaría por un plazo de 16 años, ampliable por otros ocho más. Sin embargo, según expuso el regidor del PP a Málaga Hoy, su planteamiento pasa por no aplicar esta prórroga y por "estudiar un nuevo contrato".
"Veo mejor estudiar un nuevo contrato, me parece mejor, pero está por ver", explicó De la Torre, quien precisó que el acuerdo original, que recayó en dos empresas, FCC y Dragados, estaba concebido para una urbe con menores dimensiones físicas que las actuales. De hecho, lo que maneja el máximo responsable municipal es aplicar a limpieza y recogida de basuras un modelo semejante al que ya emplea el Ayuntamiento para el cuidado de los parques y jardines, que segmenta en zonas todo el espacio del término municipal. "El contrato de Limasa III estaba planteado para una ciudad que ha crecido mucho", aseveró.
En cualquier caso, el momento en que formalmente se consumará este paso queda aún lejano. La relación contractual entre la empresa municipal, Limasa, y las empresas FCC y Dragados se inició a principios de 2001, ligando a ambas partes durante un periodo de 24 años, de los que, como ya se ha señalado, ocho forman parte de una prórroga que el Ayuntamiento no prevé aplicar. Es decir, que, según el calendario, la eliminación de este servicio se produciría a finales de 2016, a pesar de lo cual, De la Torre tiene claro que debe ser a lo largo del presente mandato, que vence a principios de 2015, cuando han de ponerse las bases para la posterior intervención.
"Hay que empezar a estudiar antes", señaló el alcalde, para el que la redacción de un nuevo pliego de condiciones técnicas, la convocatoria del concurso público y la adjudicación del mismo debe entenderse como "tarea de este mandato". "Es en este mandato cuando hay que empezar a darle vueltas, ver cómo enfocamos el post-Limasa III", insistió.
A pesar de que Limasa III está directamente vinculada a algunos de los episodios más convulsos de la historia reciente de la ciudad, caso de la huelga de recogida de basuras acaecida en la Feria de 2002, De la Torre se mostró satisfecho con la labor que se viene realizando. "En general estoy bastante contento; hace un buen servicio, mejorable, como todas las cosas", manifestó, al tiempo que añadió: "Otra cosa es que seamos capaces todos de mantener limpia la ciudad".
Un factor del que hizo directamente responsable a los vecinos de la capital de la Costa del Sol. "La mayor parte de los ciudadanos colabora, pero siempre hay una pequeña minoría que nos falla; hay que hacer cada vez más pequeña esa minoría", sentenció.
La relación del Ayuntamiento con sus socios privados en el servicio de limpieza, dulcificada en los últimos años, ha estado marcada por la pugna y la tensión desde casi el mismo momento en que se firmó el contrato del servicio, que contemplaba un montante económico de 240 millones de pesetas, en el momento de la firma, unos 1,450 millones de euros en la actualidad.
Apenas unos meses después del episodio de la huelga de basuras en Feria, donde son fáciles de recordar los contenedores repletos de residuos en todos los puntos de la ciudad, el PP, con su mayoría absoluta en el Pleno, se vio obligado a revisar al alza el canon que abonaba a la concesionaria (134,5 millones de pesetas más al año) para evitar una nueva huelga del servicio y con los que asumir el compromiso del alcalde de aumentar un 5% el salario a la plantilla de la sociedad. Un compromiso que rechazó asumir el socio privado, que posee el 51% de Limasa III.
Las diferencias entre las partes fue tal que el Pleno del Consistorio llegó a aprobar, en abril de 2003, la resolución del contrato de limpieza, al ser insostenible la situación en la que se encontraba la ciudad. Un paso que supuso el principio del fin de la carrera política para el fichaje estrella de De la Torre en los comicios locales de 2003, el juez Bernardo Pinazo. Pinazo, que asumió el área de Medio Ambiente, cesó en sus funciones a mediados de 2004 ante las discrepancias que mostró con la posibilidad de rescindir el contrato.
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