Málaga

El alcalde encarga a uno de los impulsores de Matadero Madrid un diseño para la vieja cárcel

  • El arquitecto Carlos Baztán mantuvo ayer una reunión con De la Torre para exponerle las primeras ideas para el complejo

Puerta principal de la antigua cárcel de Cruz de Humilladero.

Puerta principal de la antigua cárcel de Cruz de Humilladero.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya conoce de primera mano las ideas que el arquitecto madrileño Carlos Baztán le puso ayer sobre su mesa para la recuperación y gestión de la antigua cárcel de Cruz de Humilladero. El Ayuntamiento le había realizado un encargo al urbanista con el fin de sondear posibles acciones sobre este histórico edificio, en el que desde hace años viene sondeando la posibilidad de darle uso cultural y ciudadano. La elección de Baztán no es baladí si se tiene en cuenta su trayectoria profesional, muy relacionada con la recuperación del patrimonio histórico y la creación y renovación de infraestructuras culturales. Él fue uno de los impulsores del centro cultural Matadero Madrid, actualmente "un gran laboratorio de creación interdisciplinar, un espacio generalista de intercambio de ideas sobre la cultura y los valores de la sociedad contemporánea", tal y como recoge la institución en su propia web.

La envergadura de esta iniciativa, que marca el perfil de Baztán, es muy superior a la del proyecto de Málaga. Frente a un único edificio en el caso de la capital de la Costa del Sol, en Madrid el conjunto integrado por el antiguo matadero y mercado estaba compuesto por varios edificios, con 165.415 metros dedicados a realizar funciones de matadero industrial.

Baztán mantuvo ayer un encuentro con De la Torre y con el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, según confirmaron ambos responsables municipales en sus respectivas agendas públicas. El equipo de gobierno del PP parece querer avanzar en la recuperación de la antigua cárcel. La iniciativa quedó frenada cuando en 2016 fue rechazada la petición de fondos europeos para llevar a cabo una primera fase. La iniciativa, bautizada como Jailhouse, buscaba potenciar el edificio como espacio cultural público, motor de dinamización del barrio y de la ciudad. Para ello, se pensaba en la creación de espacios para jóvenes creadores. El presupuesto estimado para esa primera fase se situó en 6,1 millones.

Muestra del vínculo entre el plan municipal para la antigua cárcel y Matadero de Madrid es que éste fue fuente de inspiración en el diseño del proyecto ahora estancado. El primer estudio preliminar, dado a conocer en octubre de 2015, apuntaba a un centro de creadores, para innovar y formar artistas. Y se planteaba una escuela de formación, una biblioteca para recuperar la memoria histórica y espacios de alojamiento para atraer a turistas al barrio. Recientemente, el Ayuntamiento encargó a Cemosa los estudios necesarios para determinar el estado real de la construcción. Un paso necesario antes de afrontar la envergadura de la intervención sobre la misma.

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