Al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se le empieza a enredar, y mucho, su apuesta por levantar sobre la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria un gran equipamiento cultural. Del anuncio que hizo en el marco del último Debate del Estado de la Ciudad, el pasado mes de diciembre, en el que aseguró que existía un acuerdo con la propietaria de las edificaciones, Baensa, se ha pasado a que, a día de hoy, no exista convenio alguno firmado entre las partes y a que Unicaja forme ya parte de esta complicada ecuación, hasta el punto de que pueda estar interesada en ubicar en este espacio su deseado proyecto cultural en la capital.

Este último extremo fue confirmado por el propio De la Torre, quien admitió conversaciones con la entidad financiera en las que los responsables de la misma habrían expresado su interés en la manzana. Las opciones de la caja estarían sustentadas en la hipoteca que Baensa suscribió con ella hace unos años para poder comprar las edificaciones, de unos 15 millones de euros, que podría estar condicionando a día de hoy la viabilidad de la operación por parte del Consistorio.

A estos elementos hay que sumar una tercera nada despreciable: Baensa registró el pasado 18 febrero el proyecto, firmado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, para la construcción en este lateral de la Plaza de la Merced, de 45 apartamentos, locales comerciales y aparcamientos. Es decir, para llevar a cabo la intervención diseñada años atrás y a la que el equipo de gobierno del PP puso freno ante su deseo de recualificar la parcela con uso cultural. Este gesto supone un órdago, ya que de la seguridad mostrada por el Ayuntamiento en el acuerdo se pasa a que la promotora vasca dé un paso adelante ante la nula intervención de la Administración local, que sigue sin desbloquear una cuestión cargada de interrogantes.

Sobre las opciones de Unicaja, el alcalde dijo que el Ayuntamiento "está abierto". "Lo que nos importa es que en la ciudad haya equipamientos culturales", comentó, al tiempo que negó que el equipo de gobierno tenga "ningún afán de protagonismo". "Lo que queremos es que se hagan esos proyectos", añadió. "En todas las grandes iniciativas culturales hemos abierto siempre las puertas a que otras instituciones también colaboren", apostilló, por lo que en este caso contempló la posibilidad de que se acometa "por el Ayuntamiento, por Unicaja o conjuntamente".

Pero en el campo de visión del Ayuntamiento no sólo está la localización de la Plaza de la Merced. Uno de los ojos del alcalde se sitúa en la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto de la ciudad, espacio privilegiado donde Unicaja también ha expuesto su deseo de emplazar su particular Casa Encendida o CaixaForum. La necesidad de modificar el Plan Especial del Puerto, ante la petición de elevar la altura de la edificación originalmente contemplada (que no superaba la rasante de la calle), ha suscitado ya las primeras voces críticas, lo que podría hacer que la entidad financiera reconsiderase su planteamiento.

Pero incluso cuando se habla de la esquina de los muelles el escenario tampoco parece del todo despejado. Mientras desde la Gerencia de Urbanismo se indica que a lo largo de este mes se podría tramitar la modificación inicial del Plan Especial del Puerto, el alcalde decía ayer que se tiene que estudiar "a fondo" la cuestión para que sea "lo más acertada posible". Y todo ello sin que la Autoridad Portuaria, responsable a la hora de tramitar la citada variación en el planeamiento, haya tomado aún una decisión.

"La caja no ha decidido formalmente aún una preferencia sobre un sitio u otro", indicaron ayer a este periódico fuentes próximas a la caja malagueña, que aseveraron del interés que ambos posibles ubicaciones han despertado en la entidad. Lo que sí parece tener claro, añadieron las fuentes, es que quiere promover un centro cultural de importancia y que el desarrollo del mismo se haga "de forma pacífica". Todo parece depender, pues, de lo que acabe decidiendo Braulio Medel.