Alergias

La primavera será “difícil” para los alérgicos por la falta de lluvias

  • La sequía hace que haya pólenes de más especies en el aire, lo que agrava los síntomas

Una persona se somete a las pruebas de la alergia.

Una persona se somete a las pruebas de la alergia. / M. H.

Malas noticias para los alérgicos:si no llueve pronto, tendrán una primavera complicada. La razón es que la sequía ha retrasado la polinización de unas especies y adelantado la de otras, de modo que hay más alérgenos en el aire. “Si no llueve, va a ser una primavera difícil para los alérgicos porque vamos a estar en abril con pólenes de cuatro o cinco especies”, advertía la alergóloga del Hospital Regional Carmen Rondón.

Habitualmente, la polinización se va encadenando sucesivamente. El ciprés en torno a febrero, la parietaria en marzo, las gramíneas hacia finales de este mes hasta junio, el plátano de sombra en abril y el olivo rondando mayo.

Pero la falta de precipitaciones lo trastoca todo. Unas especies están retrasando su polinización y otras la están anticipando. “El olivo quizás se adelante si no llueve. De modo que puede ocurrir que confluyan varios pólenes. Los alérgicos a más de un polen se verán más afectados”, señala la especialista.

La contaminación agrava los efectos de los pólenes porque los potencia

Rondón aclara que, además, la contaminación agrava la situación. “Y aunque no es tan grave como en Madrid, Barcelona o Valencia, cada vez se nota más”, advierte. La polución afecta de tres maneras. La primera, a todas las personas, con irritación de las vías respiratorias. La segunda, a los alérgicos, potenciando el efecto adverso de los alérgenos. “Un polen cerca de una carretera es más dañino que el del campo que no tiene contaminación”, explicó la alergóloga. La tercera manera que tiene la contaminación de afectar a las personas es por su efecto invernadero: el aire caliente se va hacia arriba y forma un hongo que impide la renovación del aire. De modo que entre los distintos pólenes circulantes y la contaminación, respirar el aire puede provocar distintos síntomas. Pueden pasar inadvertidos en personas sanas, pero traen de cabeza a los alérgicos en este tiempo en el que polinizan las plantas.

El tratamiento para las alergias respiratorias –que suelen ocasionar estornudos, picor en los ojos, conjuntivitis, lagrimeo, dermatitis o crisis asmáticas– pasa en primer lugar por evitar la exposición a aquello que la causa. Pero además, cuando está diagnosticada, puede paliarse con la vacuna correspondiente. Y luego están los fármacos contra los síntomas que incluyen antihistamínicos, colirios y broncodilatadores.

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