En la puerta de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) el trasiego es continuo durante toda la tarde. Los alumnos con sus mochilas suben y bajan la cuesta de Martiricos buscando su coche. Desde que se iniciaron las obras en el paseo y se vio reducido el aparcamiento en la zona han proliferado los aparcacoches y con ellos el miedo y el enfado de los alumnos. 

Irene, alumna de quinto curso de ruso, nos cuenta que desde hace un año intenta ir todos los días con tiempo suficiente para estacionar lejos y evita “aparcar en el llano”. “Yo no he tenido problemas, pero tengo compañeros que sí, se han puesto muy agresivos y han tenido que esperar que se vayan para bajar del coche”, a esto se suma dejar el vehículo allí y la incertidumbre de cómo lo encontrarás cuando vuelvas.

Desde la Escuela de Idiomas han iniciado una campaña para atajar el problema. En ella piden a todos los estudiantes que denuncien, “como haría cualquier ciudadano”, en palabras de Alberto Lanzat, jefe de estudios adjunto. Desde la EOI y tras reuniones con la Policía Local piden a los integrantes de la comunidad educativa que en caso de no tener tiempo para denunciar llamen a la comisaría más cercana, para que los agentes puedan personarse en el menor tiempo posible.

Como si no hiciera falta motivación para asistir con regularidad a clase, encima esto... @policia @malaga @pacodelatorrep @malagapolicia pic.twitter.com/qZWJ2sOEAw

— EOI Málaga (@EOI_Malaga) February 5, 2020

Se ruega que se efectúe dicha llamada con el simple apercibimiento de guardacoches en la zona y que en la misma se describa físicamente a los mismos. En dicho comunicado se especifica que “las llamadas y denuncias recibidas quedarán archivadas y serán de gran valor para que la Policía Local tenga constancia del malestar social y pueda seguir actuando en consecuencia con el fin de atajar el problema a medio plazo”.

“Los aparcacoches amenazan y amedrentan a los alumnos. Ya no se contentan con pedir la voluntad, exigen dos euros a los alumnos que aparcan en la explanada”, denuncia Lanzat. Cuenta el jefe de estudios que prácticamente todos los días hay alumnos que se quejan a sus tutores o en dirección, que están “asustados y enfadados”. Cuenta este medio que el grueso del problema se da desde media mañana hasta las 19:30, cuando se suma la nocturnidad al problema.

“No es cómodo para los estudiantes volver a su coche de noche con la mala iluminación de la zona sabiendo que les esperan personas con esa capacidad de amedrentar”, resume Lanzat.  Asegura que ninguno de los alumnos se han quitado de la escuela “porque la mayoría tienen una necesidad apremiante”, pero sí que faltan a clases “si ven que no les va a dar tiempo a aparcar en otro sitio”.

En la explanada dos gorrillas se lamentan “ha llegado la Policía Local y nos han quitado el chaleco, además me han puesto dos multas. Cinco euros llevamos en todo el día, nosotros pedimos la voluntad, empatizamos con la gente. Por cuatro chulos que han llegado tenemos problemas”.