Naturaleza

Los almendros pintan el paisaje interior de Málaga

Almendros en flor en los alrededores del Tajo de Ronda

Almendros en flor en los alrededores del Tajo de Ronda / Javier Flores (Ronda)

La floración de los almendros es uno de los procesos naturales que transforman el paisaje, en especial, en las zonas del interior en las que es frecuente la presencia de este cultivo. El blanco y el rosa pintan el territorio desde finales de enero hasta principios de abril, que es la época en la que este árbol echa sus flores en función de la variedad y de las horas de frío que necesita acumular para llegar a este punto. Precisamente, al necesitar acumular pocas horas de frío, unas 400, en zonas como la Serranía de Ronda llegan pronto a este punto.

Y es que los almendros son uno de los árboles frutales que antes florecen, ofreciendo una imagen que muchos visitantes buscan captar y llevarse un recuerdo que no todos podrán tener, ya que se trata de una imagen que desaparecerá al poco tiempo y que se encuentran en continuo proceso de cambio. De hecho, las variedades más tempranas ya se encuentran en flor en diversas zonas, siendo los alrededores del Tajo de Ronda uno de los puntos en los que existe un importante número de estos árboles, llegando algunos de ellos a crecer sobre las paredes del conocido cortado rondeño asomados al vacío.

Una imagen que los turistas estos días no se quieren perder y acuden a las zonas en las que se encuentran, como los existentes en el camino que conduce hacia el Arco del Cristo y el fondo del Tajo. Muchos son los que acuden a este punto, aunque los almendros en flor se pueden ver junto al Puente Nuevo, las murallas de la ciudad o en las cornisas de la Alameda del Tajo.

Almendros con las sierras de Montejaque y Grazalema al fondo. Almendros con las sierras de Montejaque y Grazalema al fondo.

Almendros con las sierras de Montejaque y Grazalema al fondo. / Javier Flores (Ronda)

Una floración que transforma durante unas semanas un monumento natural tan reconocido como el Tajo de Ronda y que una vez que concluya el proceso se tendrá que esperar hasta el próximo año para volverlo a contemplar. Pero no solo el Tajo de Ronda se llena de almendros en flor. En estos días en casi cualquier viaje por las carreteras malagueñas o en los alrededores de los diferentes municipios y parajes naturales es posible encontrar alguno de esos ejemplares, y es que muchos de ellos se encuentran en mitad de zonas de cultivo de cereal o junto a las propias vías de comunicación, ofreciendo así un bellas imágenes que son propias de la mejor de las postales del interior malagueño.

Y es que España es uno de los principales productores de almendras, por lo que se trata de un árbol que tiene una gran presencia en el territorio, ya sea a modo de cultivo o como restos de antiguos cultivos. Otros han sido plantados para tener varios ejemplares en las propiedades particulares y hay ejemplares como los situados en las cornisas del Tajo rondeño que son fruto de los caprichos de la naturaleza.

Durante estos meses de floración el paisaje se va transformando con mayor o mejor intensidad en función de la variedad que está presente y las condiciones climatológicas, por lo que cada semana la imagen que se puede obtener es diferente. Incluso en una misma zona pueden producirse variaciones de un año a otro en función de la meteorología que se produjo. Mientras tanto el rosa y blanco de sus flores va pasando de lucir en sus ramas a convertirse en una especie de alfombra natural sobre el suelo durante unos días.

Un tiempo en el que tarda este proceso que los insectos polinizadores tienen que aprovechar para realizar su trabajo y hacer posible que el almendro termine produciendo un fruto tan apreciado en el mercado. Precisamente, entre principios de febrero y mediados de marzo, con permiso de las variedades extra tempranas y las extra tardías, será cuando se intensifique la floración y sea posible observar un mayor número de almendros con sus características flores.

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