Alucine Park dice adiós tras 26 años en Málaga: "No nos queda alternativa, tenemos partido el corazón"

El parque infantil de bolas Alucine Park cierra sus puertas este 16 de noviembre tras 26 años de celebraciones para niños y niñas. Comuniones, cumpleaños, bautizos y otras fiestas infantiles dejarán de festejarse en el mítico establecimiento ubicado en la Avenida Juan XXIII ante la imposibilidad de mantener las condiciones de alquiler del local. Así lo ha manifestado con tristeza a este periódico su administradora, Carmen Sánchez, quien explica que ha tratado de hacer todo lo posible por impedir esta situación.

"Sinceramente tenemos partido el corazón. Tranquilamente habrán pasado un millón de personas por aquí, llevamos ya dos generaciones enteras, los que vienen ahora lo hacen con sus padres y sus abuelos, y no nos queda alternativa, vivimos de esto y vamos a la calle todos", cuenta Sánchez.

En febrero, según la administradora, empezaron a recibir "dardos" por parte de los dueños del local, quienes advertían de subidas de alquiler: "Las analizamos y dijimos que sí, entonces empezaron con unas condiciones abusivas, porque sabían perfectamente que no podíamos con ellas. Una familia normal no puede con ellas y sobre mayo o junio nos enviaron una carta diciendo que nos fuéramos", aclara.

Desde ese momento, los propietarios del negocio se han tenido que organizar para poder contar hasta el domingo 16 como último día de apertura para "intentar sacar lo que se pueda" y recoger todo el material del parque infantil que "no se puede desarmar en dos días" de cara al día 30 del mismo mes.

"Es el primer parque infantil y el más grande de todos, y sigue siéndolo porque ya no se construyen con estas características de altura, anchura y metros cuadrados. Es historia de Málaga", destaca Sánchez.

Sin solución a la vista para el negocio

Junto a ella y las demás familias implicadas en la gestión de Alucine Park, sumado a sus empleados, con hijos a su cargo, perderán su empleo tras dedicar su vida a un negocio que nació de la familia Rodríguez en 1999. En contreto, de cinco hermanos y sus cónyuges, que ha permanecido vivo hasta ahora manteniendo su espíritu de la mano de la nuera de una de las fundadoras, en este caso, Carmen Sánchez.

"Tenemos que cerrar y la sociedad tiene que desaparecer, sobre todo, por las características que tiene Alucine, por lo grande que es. Es impensable abordar también la cantidad de dinero necesaria en este breve periodo de tiempo que nos dan para marcharnos. Llevamos mucho tiempo intentando negociar y ya intentamos que las lágrimas no fluyan, pero es muy doloroso", añade la administradora.

Respecto al futuro del establecimiento, Sánchez admite que desconoce qué otro negocio podrá ocupar ese lugar, si podrán ser franquicias, trasteros, concesionarios u otra alternativa. Pero, por otra parte, afea la conducta de los dueños del establecimiento a quienes les explicó su situación: "Lo que me dijeron en las últimas reuniones me dolió en el alma. Les explicamos que éramos seis familias y habíamos luchado muchísimo, que nuestra vida era esto y nos dijeron que no les contáramos historias, que eran problemas nuestros".

Propietarios y empleados, unidos

Por otro lado, se ha mostrado contenta con los clientes que han pasado por allí y por el personal, con quienes se siente agradecida porque les "está apoyando mucho y lo han comprendido perfectamente" y han compartido su emoción también "sin poder contener las lágrimas".

"Yo creo que van a encontrar cosas. Por mi parte, están más que recomendados porque se han dejado la vida igual que nosotros. Esto se hace de del corazón o no se hace. Este trabajo no se puede hacer de otra manera", incide.

En este contexto, una de las trabajadoras del parque infantil de bolas, Julianna Delgado, se ha despedido con cariño del local: "Yo tengo 28 años y celebré aquí dos o tres cumpleaños. Estamos enfadados con los dueños de la nave, Alucine siempre ha cumplido con su pagos, incluso en pandemia, y nosotros con la empresa sí estamos muy contentos, siempre nos han tratado muy bien. Ahora toca buscarse un poco la vida", comenta.

Así, en el repaso de su trabajo, Delgado confirma haber contado con, además de celebraciónes de cumpleaños con un precio "asequible", con comuniones, bautizos, graduaciones e incluso fiestas para personas mayores, que buscaban también un espacio para celebrar sus fiestas con sus nietos.

"Muchos clientes se lo han tomado con mucha pena, recordando los cumpleaños de sus hijos, y yo también me lo he tomado mal porque vengo aquí desde pequeña. Espero que haya un futuro para Alucine y, si es así, que pudieran contar conmigo porque he sido muy feliz aquí", concluye la trabajadora.

El parque de bolas Alucine Park o también llamado "Parque del Ratón" tendrá su espacio abierto hasta mediados de mes para niños desde cero a trece años con instalaciones grandes con toboganes, colchonetas y varias zonas de juego habilitadas para los más pequeños, a un precio accesible que hasta el momento ha atraído a miles de malagueños de la ciudad y de municipios cercanos como Alhaurín o Cártama; además de turistas que han elegido este lugar para sus celebraciones.