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Málaga

La seria amenaza de las orcas

Orcas junto a un barco de salvamento marítimo en el Estrecho.

Orcas junto a un barco de salvamento marítimo en el Estrecho. / M.H.

Las orcas han vuelto a atacar a los barcos que pasan por el estrecho. Y lo peor es que esto va a más. Salvamento Marítimo ya ha contabilizado al menos 65 ataques de estos cetáceos contra embarcaciones. La zona favorita de estos animales es la bahía de Cádiz y también Galicia, aunque parece que se están moviendo. Aunque se ha iniciado un estudio para investigar el porqué de estos ataques ahora, cuando las orcas siempre han atravesado las costas detrás del atún, su comida por excelencia, aún no se ha determinado cuál podría ser la causa de los mismos.

Hernan Lapuente, CEO de Foro Marítimo, expresa su preocupación ante estos ataques: “El tema de las orcas nos está preocupando mucho porque está yendo a más. No sólo afecta a Málaga, sino a toda la provincia, porque somos un lugar de paso permanente. Todos los años vienen barcos de todas las partes del mundo”. “El año pasado Tráfico Tarifa dio una prohibición de navegar por una zona que afectó al turismo, pero tampoco hicieron mucho más”, comenta. “Las orcas de momento no han atacado en Málaga, pero el hecho de que hayan aumentado los ataques en el estrecho hace que pueda ser una alarma”.

Además, los navegantes dicen “tener miedo” de que estos ataques se sigan propagando por el Mediterráneo y que se convierta en un comportamiento aprendido porque se acabaría el turismo marítimo, el cual consideran un factor económico muy importante. “Los turistas van por la costa andaluza con terror porque están atacando a 10 millas de la costa”.

La Capitanía lo que va a hacer es prohibir navegar, que es lo que hicieron el año pasado, pero eso no resuelve el problema, habría que hacer un estudio para saber por qué están actuando así, hacerles un seguimiento. Por lo menos para saber qué medidas exactas hay que tomar”, comentado Hernan.Hernan Lapuente cuenta que las orcas nunca atacan porque sí, ya que son animales inteligentes: “La orca sabe lo que está atacando. Se ha demostrado que han atacado hasta barcas de metros. Y es lo que te digo, son ataques. Si la orca quiere hacer daño y destruir lo tiene muy fácil”.

En cuanto a la teoría de que los timones pueden parecerse a los atunes, Luis Enguita, gerente de ACMA (Análisis y Control Marítimo), anota que “no tiene sentido porque los barcos de recreo tienen motor fuera borda. Desde luego ya no es excluyente porque no solo atacan a ese tipo de barcos”.

Además, Hernan comparte esta teoría de que no tiene sentido que este comportamiento no tenga un fin ya que “las orcas solo atacan algo si van a obtener un beneficio”. “Fíjate que hacen olas en el ártico para que sus presas se caigan al agua. Eso de que confundan el timo con un atún es que no tienen ni idea”, aclara.

Para averiguar las razones de estos ataques, a finales de 2021 se creó un grupo impulsado por el Ministerio para averiguar las razones de este acoso sobre embarcaciones, tanto en el Estrecho como en Galicia, lugares en los que fueron los primeros ataques.

En un principio se pensaba que era una familia de tres o cuatro orcas que se iban desplazando, pero parece ser que hay asentamientos de familias de orcas que atacan. Aunque su ruta suele ser ir en busca del atún, no se sabe si estos ataques se hacen por territorialidad, es decir, que piensen que los barcos están haciendo intrusismo en su territorio o por la comida.

Según los datos que maneja del grupo de trabajo creado sobre este fenómeno, en 2020 eran tres las orcas implicadas (a las que se conocía incluso por su nombre), pero ahora ya son 14. Estos ataques han afectado sobre todo a la zona de Barbate de momento. Los ataques se basan en que la orca se cuelga del timón, lo muerden y lo arrancan. Si un barco mide lo mismo que la orca, lo va a zarandear como si fuese uno de papel. Un timón es una estructura de plástico y acero forrado, y la orca, cuando lo pilla y lo muerde, lo puede arrancar. Hay que tener cuidado porque pueden arrancarlo y el agua podría entrar, por lo que el barco se podría llegar a hundir.

Luis Enguita apunta que “antes estaban más en la zona mediterránea y ya están llegando a la atlántica” y que los ataques se están dando a 11 millas, muy cerca de la costa. “El problema de esto es que se está extendiendo ya no solo por la zona mediterránea sino por la costa ibérica”.

Además, el temor a que estos cetáceos ataquen las embarcaciones está provocando que el turismo náutico baje de manera exponencial. “Sí está haciendo daño porque a nivel de turismo náutico hay muchos barcos que no cruzan ya el estrecho. Los desplazamientos y los movimientos se han parado bastante, más veleros que barcos de motor, pero cruzar el estrecho empieza a ser una odisea”, añade Enguita.

En cuanto al protocolo que las autoridades recomiendan si se encuentra alguna orca y empieza a atacar el barco en el que está, las indicaciones son claras: parar el motor y dejar el timón a la vía, es decir, que el barco se oriente a la corriente y al viento para que la orca interprete que no hay nada vivo en lo que está atacando. “No hay que cometer el error de jugar con ellos o de echarles comida porque el juego no lo suelen entender bien”, acota Luis.

“Este año no voy a navegar a Portugal aunque tenga ganas como he hecho en años anteriores porque tengo pánico a pasar por la zona del Estrecho”, comenta Hernan. “Aunque de momento parece que solo se trata de una familia de orcas, no podemos arriesgarnos a pasar por esas zonas y que destrocen los barcos”.“Tampoco se le ve una solución a corto plazo: primero porque las autoridades que podrían tener competencia sobre estos temas no están haciendo nada de investigación y tampoco se sabe la raíz del problema para ponerlo atajar”, concluye Enguita.

“Esto me recuerda al caso del alga asiática. Hace dos años ya se empezó a avisar y la semana pasada Mijas recogió dos toneladas. Pues con esto está pasando lo mismo”, comenta Hernan. La realidad es que los navegantes tienen miedo de cruzar la zona del Estrecho porque estos ataques se han intensificado en el último año. Además, piensan que las autoridades podrían hacer algo más para atajar el problema en lugar de limitarse a prohibir la navegación en las zonas con orcas. Aunque parece que el comportamiento no es aprendido, los navegantes piden prudencia y que se estudie bien el caso.

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