Las administraciones públicas son conscientes de que cada vez deben realizar mayores esfuerzos para desarrollar políticas que combatan las adicciones que pueden sufrir los ciudadanos. Así lo explicó ayer el director general de Drogodependencia de la Junta de Andalucía, Andrés Estrada, que participó en el Curso de Verano La drogodependencia y el narcotráfico: presente y futuro de un grave problema social y jurídico, que la Universidad de Málaga (UMA) impartirá hasta hoy en el Palacio de Ferias y Congresos de Marbella.

La prueba de que no se puede bajar la guardia ante esta problemática es que durante el año pasado alrededor de 17.800 personas comenzaron a ser tratadas de sus adicciones en los centros de tratamiento ambulatorio o en las comunidades terapéuticas que el Gobierno andaluz tiene repartidos en las ocho provincias.

A pesar de que el grueso de los pacientes que comenzaron a recibir atención en estas unidades tenía problemas con las drogas o el alcohol, lo cierto es que también fueron ingresados adictos a los juegos de azar, al tabaco e incluso a internet o a la telefonía móvil, según indicó Andrés Estrada.

De estas personas afectadas, el 34% lo son por problemas de alcoholismo debido a que en nuestra región continúa siendo visto como una "costumbre o tradición" el consumo excesivo desde edades tempranas. Por este motivo, la Junta de Andalucía está realizando campañas informativas que se dedican a poner "en valor" a ese 88% de jóvenes que no beben de "forma abusiva" cuando acuden a los distintos centros de ocio.

En cuanto a los medios de los que dispone la Administración autonómica para hacer frente a este asunto, el director general de Drogodependencia aseguró que los 122 centros de tratamiento ambulatorio, las 23 comunidades terapéuticas y las tres unidades de desintoxicación hospitalaria, son "suficientes" para atender a la población que lo necesita. De hecho, considera que están por encima de la ratio que se había estimado por la dispersión geográfica, ya que ningún ciudadano está a más de 30 minutos de alguno de estos espacios públicos.

En su opinión, Andalucía está en la "avanzadilla" de las comunidades autónomas en cuanto a atención de enfermos y actividades de prevención de consumo de drogas. ¿El motivo? En los años 70 la región era la puerta de entrada de casi toda la droga que llegaba a España, lo que supuso que se disparase el número de personas dependientes a esas sustancias. Ante la presión del "fuerte" movimiento asociativo que surgió tras conocerse el drama de las drogas, la Administración andaluza dio una respuesta más "rápida" que otras del territorio español, según comentó el director general de Drogodependencia.

Por otra parte, durante su exposición relató que en Andalucía hay alrededor de 1.600 personas empleadas en los distintos centros que abordan los distintos tipos de adicciones y un total de 22 viviendas que se utilizan para tratar y reinsertar a los enfermos.