francisco de la torre prados. alcalde de málaga

"Estuve 13 años fuera de la política, la gente se olvida de eso"

  • Tras el 24-M y el acuerdo con Ciudadanos encara, al frente del Ayuntamiento, otros cuatro años de mucho diálogo con un gobierno en minoría, "para el que ya estaba mentalizado"

Francisco de la Torre repite como alcalde de Málaga, aunque esta vez no lo ha tenido tan fácil como en ocasiones anteriores al no obtener la mayoría absoluta en las urnas. Ha necesitado buscar aliados y la opción más lógica era Ciudadanos, con la que suscribió un pacto para la investidura. Pero el acuerdo no es gratis. Ha tenido que prescindir de cargos y rebajar sueldos. Y solo es la punta del iceberg, pues quedan cuatro largos años por delante, hay cinco grupos en el Consistorio y nadie garantiza la fidelidad. Nos recibe en la sala contigua a su despacho. Se le ve relajado y nos ofrece toda una hora por delante, algo poco habitual con una agenda tan apretada.

-¿Está ya cansado de que se lleve años hablando de su posible sucesor?

-Desde el año 2003, casi [se ríe]. No me corresponde a mí señalar quién puede ser algún día el alcalde dentro del ámbito del PP. El partido tiene sus mecanismos. Yo tardé en decir mi disponibilidad a la candidatura hasta el verano del año pasado porque quería estar seguro de estar en las condiciones físicas necesarias para poder estar cuatro años, no uno. La gente del PSOE lo ve y se lo toma a pitorreo, haciendo una campaña falsa. Frente a la falsedad y la mentira me rebelo y voy a estar cuatro años.

-Tiene además un acuerdo con Ciudadanos para no salir antes.

-Sí, pero tengo el acuerdo con los vecinos de Málaga y los votantes que me vale más. Una parte de los votantes a lo mejor me han votado porque yo he dicho claramente que iba a estar cuatro años.

-El PP le pidió presentarse. ¿Se arrepiente de haberlo hecho?

-Lo más mínimo. No me arrepiento. Estoy más ilusionado que nunca. Es una etapa de Málaga muy importante e interesante, con posibilidades de notar la recuperación económica de España y sacar partido de lo mucho y bien que se ha trabajado en Málaga en estos últimos años por parte de todos. El Ayuntamiento ha hecho gran parte de ese esfuerzo de avance colectivo en fortaleza cultural, tecnológica, compromiso ambiental, por la inclusión social...Todo eso nos permite ahora ser una ciudad capaz de atraer inversiones. Es lo que queremos hacer y será una de las líneas maestras de los próximos cuatro años. Hay cinco fuerzas políticas y un acuerdo de investidura con Ciudadanos buscando una estabilidad. Todo eso me ilusiona, no me crea ningún malestar. Al contrario.

-Ahora tiene que contentar a más gente.

-Es necesario tener un buen clima y de ahí ese comité de seguimiento con Ciudadanos y diálogo abierto con el resto de fuerzas políticas. Yo aspiraba a una mayoría absoluta pero para gobernar sin que la tuviera. Ya estaba mentalizado a gobernar sin tenerla.

-¿Cómo va el matrimonio de conveniencia con Juan Cassá?

-El acuerdo de investidura que hemos firmado está bien definido y va bien. No hay ningún problema. Hay una convergencia de programa muy grande y una coincidencia en los modelos de ciudad.

-¿Tienen buen feeling personal, aparte del programa?

-Hay feeling.

-A cuatro años vista, la posibilidad de una moción de censura está a la vuelta de cualquier esquina. Ciudadanos les ha apoyado ahora, pero puede dejar de hacerlo.

-Tengo muy claro que he establecido un acuerdo de investidura con vocación de estabilidad. Lo coherente es trabajar todos en la línea de esos cuatro años. Si hacemos bien las cosas y se sirve bien a la ciudad es el mejor elemento de unión y convierte ese acuerdo en algo indestructible. Está en las manos de ambos grupos.

-En ese acuerdo, Ciudadanos ha apretado mucho en asuntos como el salario de los altos directivos o la reducción de cargos de confianza. Gente que llevaba mucho tiempo con usted ha tenido que salir. ¿Cómo le ha sentado?

-La reducción de puestos de confianza es un tema que ya estábamos haciendo. Hicimos un 40% en la anterior legislatura, sabiendo que la ley iba en esa dirección. Ahora ha habido un acuerdo político que marca una reducción que por nosotros ha sido aceptada sin ningún problema. Respecto a salarios, lo que se habla es de una racionalización de la administración. Ha habido estos años una reducción permanente de salarios, en paralelo a la crisis, no solo de los políticos sino también de los puestos directivos. Sumó dos millones de euros en la anterior legislatura. Ahora no se ha superado todavía la crisis y debemos seguir en esa línea de austeridad y ahorro para tener más margen para políticas de estímulo de empleo y de cohesión social.

-La Junta ha impuesto que nadie cobre más que Susana Díaz. ¿Van a hacer lo mismo en el Ayuntamiento?

-Estamos trabajando en esa dirección, haciendo compatible las reducciones de salario que siempre hemos ido haciendo con el objetivo de mantener la calidad de lo que se hace bien.

-¿Ve lógico que haya altos cargos de empresas municipales que cobren más que usted?

-Lo que ocurre es que el sueldo del alcalde es bajo. Es así. La ley permite que en una ciudad del tamaño de Málaga el alcalde pueda tener un sueldo de hasta 100.000 euros brutos al año y aquí son 62.800. Es lo que hemos ido evolucionando estos años, con reducciones superiores al 20%. No voy a modificar nuestras condiciones salariales. Las congelamos y con tendencia a la baja. En la política se viene a servir, buscando la satisfacción del bien común y no está el dinero como elemento esencial. La primera obligación de un político es que todo funcione bien y que el dinero público se maneje bien. Si un gerente gana más que el alcalde y garantiza ese buen funcionamiento estamos haciendo un servicio como los vecinos quieren. La cuestión es acertar en el equilibrio. Puede ser más, pero no excesivamente más.

-Hay gerentes que cobran el doble que usted. No es equilibrado.

-Eso era en el pasado.

-Con la reducción de cargos, usted recomendó a varios ex ediles que se busquen la vida fuera de la política.

-Eso es bueno. Tenemos gente muy cualificada que puede tener una vida profesional. La política es vocación, pero no está mal demostrar ante los ciudadanos esa capacidad de estar y no estar en la política.

-Usted lleva décadas en la política.

-No siempre. Estuve con UCD desde 1977 hasta 1982 y luego estuve 13 años, hasta 1995, fuera de la política. La gente se olvida de eso.

-Hay políticos que, si no entran en las listas, son recolocados por otro lado. En el Ayuntamiento ha habido casos. Por ejemplo, Mariví Romero.

-Entiendo que en la política hay un componente muy fuerte de servicio al bien general. Es bueno que los vecinos vean que en la política hay gente con titulación y capacidad para ganarse la vida fuera de la política.

-Hay gente que se podrá ganar la vida fuera, pero lleva tantos años en el Ayuntamiento que nunca lo demuestran.

-Ese es mi mensaje, la posibilidad de demostrarlo.

-Usted y Bendodo se han lanzado pullas en los últimos días en los medios de comunicación.

-A ver, a ver.

-Usted dijo que igual no fue acertado poner a Bendodo de número 2 y Bendodo insinuó que hay que saber retirarse a tiempo.

-Tenemos buena amistad y aprecio mutuo. Nos respetamos y valoramos y tengo el mejor criterio de su gestión como presidente de la Diputación que ha sido muy brillante. Yo hice una referencia a que la configuración de la lista del PP podía facilitar que la campaña que el PSOE emprendió diciendo que mi compromiso por la ciudad no era de cuatro años sino leve en el tiempo pudiera tener fundamento.

-¿Qué gran proyecto prevé para estos próximos cuatro años? ¿Alguno emblemático?

-Lo que vamos a hacer es activar el empleo al máximo.

-No tienen las competencias.

-No nos importa. A pesar de ello. También nos centraremos en la cohesión social, la vivienda y la educación.

-Se va a meter en todos los fregados que no le competen.

-Ya estamos metidos. Nos jugamos mucho en el futuro de la ciudad.

-¿Qué plan tiene para el Astoria y Victoria?

-Son ahora años de más actividad económica y no debe ser tan difícil como ha sido encontrar la colaboración público-privado para hacer un proyecto atractivo que no suponga inversión municipal.

-Hay personas que proponen derribarlo directamente.

-Hay que derribarlo cuando esté definido lo que haremos allí.

-Los inversores de Catar le mostraron su proyecto de un hotel en el puerto. ¿Qué le parece?

-Tiene que salir a concurso y me pareció bien.Cuenta con nuestro apoyo y es importante para la ciudad. Son un fondo de inversión potente y solvente y nos dejaron muy claro que estaban interesados en Málaga porque la ciudad era recomendada por los especialistas internacionales en materia de inversión.

-Ya que tenían tanto interés, ¿les vendió el tema del Astoria?

-No. Quedamos en estar en contacto pero ellos venían a lo que venían, el hotel del puerto.

-Urbanismo le ha puesto pegas a la noria en el puerto. Paulino Plata dice que se ha aburrido de presentar propuestas.

-Que yo sepa solo han presentado dos propuestas. El tema no está cerrado por nuestra parte. Urbanismo me ha dicho que le faltaban planos sobre la segunda propuesta de ubicación [en muelle Heredia] y les dije que los pidieran. Me parece bien la noria y el tema es encontrar la ubicación más adecuada. Es bueno potenciar la oferta de ocio de la ciudad. Es importante el consenso vecinal y no hay que olvidar que es un tema de seis meses.

-Lo que parece eterno es el proyecto del hotel de Moneo. ¿Le quitará Urbanismo la licencia a la promotora si no paga?

-Urbanismo tendría que estudiarlo. Es un proyecto con un recorrido largo y que vale la pena que salga. Tengo la esperanza de que cumplan los compromisos que firmaron en el convenio.

-¿Veremos avances significativos en el Metro en estos cuatro años?

-Espero que la línea hacia el centro llegue lo más cerca posible de la plaza de la Marina.

-La Junta siempre le ha acusado de poner piedras en el camino.

-No, no. La Junta que mire hacia atrás y vea los tiempos perdidos de meses y años por ellos mismos. Por los problemas que han tenido con la concesionaria. Nosotros, siempre que la documentación haya sido completa, hemos tratado de contestar en un plazo breve.

-En la última reunión con Susana Díaz hablaron del Metro al Civil.

-Queremos que haya un consenso vecinal y en esa dirección nos comprometimos a trabajar.

-¿Y qué hablaron sobre el pago correspondiente al Ayuntamiento?

-No profundizamos en ello. Defendemos validar obras como se ha hecho en Sevilla. Tengo buena relación con el nuevo consejero de Fomento y espero tener una reunión con él. En verano estoy disponible para ello.

-Los arquitectos han propuesto peatonalizar el parque, el puerto y el Ayuntamiento y soterrar el paseo de los Curas.

-Estaré a favor de todo lo que se pueda hacer para tener una ciudad amigable al peatón. Otra cosa es encontrar los recursos necesarios. Hemos llevado en el programa electoral conectar peatonalmente el parque con la playa de La Malagueta por la avenida de Cánovas. Y eso supone que el tráfico quedaría por debajo. Hay que intentar recoger estos temas en los fondos europeos.

-Se vuelve a abrir el melón de Limasa. A finales de este año vence el convenio y en 2017 finaliza la concesión. ¿Qué va a ocurrir?

-En estos meses, antes de finalizar el año o principios del que viene como máximo, tenemos que despejar, ver alternativas y analizar la mejor manera de aprovechar nuestros recursos para conseguir la máxima calidad y eficacia. Queremos un escenario en el que todo el mundo esté a gusto, trabajadores, ciudadanos, grupos políticos... Haremos un esfuerzo grande en consensuar y buscar la mejor solución al menor costo. Me da igual como llamemos a la empresa.

-¿La municipalizará?

-No estoy cerrado a ello pero tampoco creo que sea la panacea. No lo convierte en algo milagroso. Es un tema de eficacia, de organización y de productividad. Hay muchos factores que no tienen por qué pasar por la municipalización.

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