Aplazan el desahucio de una vecina de 65 años con un hijo dependiente en el barrio de Olletas, en Málaga

A primera hora de la mañana de este viernes, decenas de vecinos han conseguido aplazar durante dos meses el desahucio de una vecina de la calle Rodríguez de Berlanga, en el barrio de Olletas. A sus 65 años, pensionista y con un hijo ddependiente a su cargo, esta mujer, conocida popularmente como la Tita Mari, ha conseguido frenar el desahucio gracias a la solidaridad de los vecinos. La presión ejercida por las personas que se han trasladado hasta la zona ha hecho que la comitiva judicial prorrogue la situación durante dos meses, según apuntan desde el Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Málaga, aunque el caso no se ha cerrado por definitivo.

El motivo del desahucio se debía a que la vivienda en la que reside esta vecina es de un fondo de inversión, según han explicado a este medio Nicolás Sguiglia, portavoz y concejal de Con Málaga (Podemos e Izquierda Unida) que, además, ha estado presente en la quedada. Esta mujer habría ofrecido llegar a un acuerdo para abonar un alquiler social asequible ya que tiene una pensión de ‘‘unos 600 euros’’, han detallado desde el sindicato. Desde el partido político han criticado "la ausencia de políticas públicas para garantizar el derecho a la vivienda’’, ha añadido Sguiglia.

La quedada a las puertas de la vivienda, impulsada por el Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Málaga y por el colectivo Un Techo por Derecho, al que pertenecía esta vecina, ha surgido efecto. ‘‘El deshaucio se paró gracias a la solidaridad vecinal’’, ha apuntado el portavoz de Con Málaga. En este periodo de tiempo, es decir, dos meses, esta vecina de Olletas deberá encontrar una solución y llegar a un acuerdo con el fondo de inversión propietario de la vivienda para conseguir mantener el piso en el que reside.

Desde el sindicato aseguran que han habido momentos de tensión al comienzo de la quedada, pero que el resto de la jornada se ha desarrollado con normalidad y de forma pacífica. También, lamentan que estos episodios en Málaga son cada vez más recurrentes porque llegan estos fondos, compran el piso y buscan echar a los vecinos y no entienden como no se dan soluciones a este tipo de personas.