La opinión cualificada del Colegio de Arquitectos se suma a las que en los últimos meses vienen poniendo su particular tacha a la construcción de un hotel de 135 metros de altura en los suelos del dique de Levante, en el puerto de Málaga. El pronunciamiento emitido por esta entidad en el marco del trámite ambiental al que está siendo sometido el proyecto, pone de relieve su negativa a que la torre se levante en este emplazamiento, dado su carácter "irreversible", y enfatiza la necesidad de que se dé la opción a la ciudadanía a postularse acerca del uso de ese espacio.

"No nos pronunciamos ni a favor ni en contra de que se haga, de que la ciudad pierda la oportunidad de tener un edificio del siglo XXI, pero sí cuestionamos que se haga de espaldas a la ciudadanía", dijo ayer el decano de la institución, Francisco Sarabia, en una comparecencia de prensa en la que dio detalles del informe. Sarabia demandó la máxima participación posible, incidiendo en que la "sorprendente" alianza del PP y el PSOE, junto con las administraciones gobernadas por estos partidos, en favor de la iniciativa hotelera, "no debería restar importancia a la participación de la ciudadanía".

En el documento se abunda en la idea de que la pastilla sobre la que se perfila la torre de 35 plantas, el Morro de Levante, no es la más adecuada para un uso tan intensivo como el que se propone. Al respecto, llegó a dudar de que una modificación de elementos como la que ahora se propone fuese si quiera tramitada por las administraciones de proponerse en otro punto de la urbe.

Frente a la posición adoptada por el Puerto y el Ayuntamiento de favorecer el desarrollo de una actuación privada, el colegio defiende la reserva del terreno para uso público. "Este privilegiado y delicado enclave debería destinarse a una iniciativa pública de interés general que constituyese una actuación singular", recoge textualmente el informe. A juicio de Sarabia, ese destino acercaría "sentimentalmente" la intervención a la ciudadanía, al tiempo que puso en valor la posibilidad de que la operación ahora en tramitación tenga encaje en otros suelos vacantes de la ciudad.

Uno de los aspectos en los que incide el Colegio de Arquitectos para argumentar su reserva sobre el hotel es su carácter "irreversible", dado que su construcción hipotecaría ese terreno durante generaciones. Y ello sin que existan garantías de que "la riqueza que genere la desaparición de ese recurso se reinvierta en la propia ciudad, que es la verdadera propietaria de ese suelo". Si bien el pronunciamiento no profundiza sobre el diseño de la torre, sí defiende la necesidad de apostar por un concurso de ideas para definir el desarrollo futuro de ese enclave. "Es la mejor opción para favorecer la concurrencia de profesionales y alcanzar la excelencia del producto arquitectónico", señala.

"Si ese edificio prospera tenemos claro que será el icono de la ciudad por lo que queremos que sea un icono consensuado", expuso el decano, quien recordó como a diferencia de lo que hasta ahora ha sucedido con el hotel del puerto, el Ayuntamiento sí ha encabezado propuestas de concursos de ideas en otros emplazamientos, caso de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria y la Manzana Verde proyectada en la zona de El Duende.

Con todo, subrayan la necesidad de que la propuesta sea estudiada "en profundidad y desde un punto de vista lo más imparcial posible". "Se considera imprescindible controlar esa imagen por la escala y como hito; habría que da oportunidad a los ciudadanos de decidir sobre la imagen de su ciudad se pretende ofrecer al mundo", apostilla, admitiendo supone "un elemento perturbador para la calidad paisajística de la ciudad histórica". Por ello, el colegio incide en la necesidad de un trabajo "cuidadoso en que se determinen posibles impactos y como reducir sus efectos".