La idea que arrancó un cuarto de millón de dólares a Google
Los hermanos Viota crean en Benalmádena una aplicación para la tecnología Android de Google que logra dos premios mundiales · Los móviles ahorran energía y se adaptan a la vida de sus dueños
Los gemelos Gonzalo y Juan Carlos Viota están a punto de embolsarse un cuarto de millón de dólares. Es el precio de su última idea: el sweet dreams, una aplicación informática que mejora la inteligencia de los teléfonos de última generación que incorporan la tecnología Android desarrollada por Google. En noviembre del año pasado se presentaron a la segunda edición del Google Android Developer Challenge, un desafío lanzado por el gigante estadounidense de internet dirigido a recoger en todo el mundo las iniciativas y desarrollos más innovadores y brillantes para las prestaciones de su tecnología para teléfonos móviles.
El guante fue recogido por 1.700 empresas de todo el planeta que se presentaron con sus propuestas al concurso. Un jurado de élite eligió las 200 mejores ideas y allí estaba la iniciativa de estos hermanos, naturales de Jaén pero afincados en Benalmádena. "Llegar ahí ya fue toda una sorpresa", confiesa Gonzalo Viota en un ejercicio de modestia. Pero todo fue a más. A muchísimo más. Los premios estaban distribuidos en diez categorías más una absoluta. Los Viota se hicieron con el premio de estilo de vida, dotado con 100.000 euros y enseguida con el absoluto: otros 150.000 euros más.
Después todo discurrió bajo el estilo Google: "A finales del año pasado llegué a casa y vi un correo de Google anunciando que éramos los ganadores. Diez minutos después llegó otro que decía que también habíamos ganado la categoría absoluta". Ahora sólo falta que la cuenta corriente de la empresa de los gemelos, Inizziativa, ingrese el pellizco y que Hacienda se descuente su parte.
El sweet dreams que ya está en el mercado es una aplicación que permite a los usuarios de teléfonos que utilizan el sistema Android (Alcatel y Motorola, entre otros) ahorrar la energía de sus smart phone, unos aparatos inteligentes que, como cualquier móvil, sirven para hablar y enviar SMS pero que en realidad son ordenadores personales, con un sinfín de programas que mejoran su capacidad para procesar datos y conectividad.
Tan amplias son sus utilidades que resultan unos grandes consumidores de energía. Y ahí es donde entra el sweet dreams, una solución que permite ajustar todos los parámetros relacionados con las llamadas, wifi, bluetooth y otros servicios de tercera generación, pero al mismo tiempo mejorando la calidad de vida de sus usuarios en función de su comportamiento. Así, el teléfono filtra las señales de las llamadas o los servicios disponibles en función de la actividad que realiza su dueño: no funciona igual si está en su área de trabajo un día laborable que si disfruta de un fin de semana en su casa. Tampoco si ve una película, si está en un ámbito sin ruido o a las dos de la madrugada durmiendo plácidamente. "Determinados recursos que no se utilizan en esos momentos se apagan". Por eso ahorra.
Los hermanos Viota, de 31 años de edad, no se dan humos. Tanto es así que el sweet dreams es gratis. Consideran que el premio ganado en el concurso es más que suficiente para satisfacer el esfuerzo: "La aplicación ya está pagada, no es necesaria una remuneración. La comunidad no lo entendería. Si nosotros promovemos el software libre no tiene sentido que ahora cobremos por ello", dice Gonzalo. Así que cualquiera puede lograrla gratis en la tienda de Google. En el último mes y medio se han producido 20.000 descargas en todo el mundo.
Los gemelos, además, son reincidentes. De hecho el sweet dreams lo desarrollaron apenas en un mes, "porque ya teníamos la idea", gracias a los 28.000 euros que consiguieron en el primer desafío de Google convocado en 2008, donde también fue premiada su aplicación golf play. Aquel pellizco les permitió abandonar sus trabajos en Madrid y que Gonzalo, diseñador gráfico de profesión, y su hermano Juan Carlos, informático, crearan en Benalmádena la empresa Inizziativa Networks, que combina el desarrollo de páginas web con la innovación.
Ahora, el siguiente hito es completar el desarrollo del golf play, un caddie virtual que mide la distancia hasta el hoyo, el palo más conveniente que se puede usar y hasta la influencia de la meteorología en el golpe. La empresa, que ya factura en torno a 120.000 euros premios aparte, tiene el objetivo de implementar torneos virtuales, porque permitirá comparar los resultados de diferentes jugadores y sus experiencias deportivas.
28.000
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