Málaga

Las asociaciones animan a denunciar para parar los pies a la 'LGBTIfobia'

  • Más de medio centenar de personas se concentran en La Nogalera contra una agresión tránsfoba

Un momento de la concentración organizada ayer en Torremolinos.

Un momento de la concentración organizada ayer en Torremolinos. / m. g.

Más de medio centenar de personas se concentraron ayer en la plaza de La Nogalera, en Torremolinos, en repulsa a la agresión sufrida la pasada semana por parte de una pareja de transexuales así como a cualquier delito de odio originado por la orientación sexual o identidad de género de una persona. Los hechos, que están siendo investigados por la Policía Nacional, se dieron a conocer el pasado martes después de que la pareja interpusiera una denuncia ante la Policía asegurando haber sido agredida por un vecino que les propinó "golpes y puñetazos". Según aseguran, el presunto agresor llevaba acosándoles desde que se mudaron a vivir al edificio hace un año y que les golpeó cuando esperaban el ascensor para ir a trabajar. "Mucha gente no denuncia por miedo y ellos lo hacen público precisamente para que la gente deje de tener miedo. Hay que denunciar porque todo lo que no se denuncia no se conoce, no se investiga, y muchas denuncias juntas hacen ver que existe una problemática. La gente no debe callarse", manifestó ayer el presidente de Colega-Torremolinos, Santiago Rubio, organizador de este acto junto con Andalucía Diversidad y el Observatorio Andaluz contra la LGBTIfobia.

Rubio hizo hincapié en la importancia de denunciar casos de violencia física o verbal para luchar contra la Lgbtifobia. "Hay quien piensa que denunciar no sirve de nada o no confían en la policía cuando están totalmente concienciados y formados en estos temas. Por supuesto, hay que denunciar antes de llegar a esta situación, la violencia es el último escalón", agregó.

Es este el caso de Álex y Tara. La pareja, residente en Torremolinos, llevaban un año recibiendo insultos por parte de uno de sus vecinos tan solo por su orientación sexual y su identidad de género. Además, denuciaron que "les hacía la vida imposible martilleando las paredes colindantes o, incluso, llegando a escupirles o empujándoles". La gota que colmó el vaso fue el pasado 28 de abril, cuando Alex recibió sendos puñetados cuando esperaba el ascensor para ir a trabajar. Según relatan, cuando su pareja, alertada por los gritos, salió a socorrerle, también fue agredida físicamente. La agresión finalizó gracias a otro vecino que acudió al auxilio de la pareja y que logró que el agresor cesara y se metiera en su casa.

También Antonio Ferre, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones LGBTI, Antonio Ferre, incidió en que "esta pareja se ha atrevido a denunciar, a poner sobre la mesa el grave problema al que nos enfrentamos, pero aún hay mucha infradenuncia, muchas personas no se atreven porque piensan que no sirve para nada, porque tienen miedo. Animamos a que lo hagan, es la única manera de parar los pies a la homofobia y a la transfobia".

La Policía Nacional está investigando el caso e intenta determinar si podría tratarse de un delito de odio. El subdelegado del gobierno en Málaga, Miguel Briones, señaló este miércoles que las pesquisas se van a desarrollar "con el rigor que exige cualquier investigación policial" y que, si la agresión estuviera "fundamentada" en la condición sexual de las víctimas, podría tratarse de un "presunto delito de odio".

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