Málaga

Una plaga que ataca al aguacate ha reducido un tercio su producción

  • El ácaro cristalino procede de Suramérica y está afectando a todos los cultivos de la comarca de la Axarquía, ya que hasta ahora no hay un tratamiento eficaz

Un ácaro procedente de Suramérica está poniendo en serio peligro los cultivos de aguacate de la comarca de la Axarquía. La plaga se ha extendido a las casi 8.000 hectáreas de arboleda de la zona y los agricultores alertan de que las pérdidas son incalculables. La eficacia de los productos fitosanitarios es limitada y de momento no se ha encontrado un medio eficaz para acabar con la expansión del parásito.

A pesar de los intentos de la Consejería de Agricultura y Pesca, la plaga aún no está controlada y el ácaro continúa su avance por todos los cultivos de aguacate de la Axarquía, cuya producción se calcula que ha disminuido alrededor de un 30 por ciento en los últimos años.

Se conoce como ácaro cristalino, aunque su nombre científico es Oligonychus persae, y llegó a España hace aproximadamente tres años. Hasta ahora los expertos no han podido determinar con exactitud si procede de la fruta o de la masa forestal que se importa de los países suramericanos, pero todos coinciden en que su entrada se debió a la falta de control en las fronteras.

El parásito se suele hospedar en la hoja del árbol del aguacate y utiliza su savia para alimentarse, lo que hace que "se debilite y el fruto no alcance el peso necesario para su comercialización", explicó a este periódico Benjamín Faulí, técnico de la asociación agraria Asaja en Málaga.

Los síntomas provocados por el ataque del ácaro en el aguacate consisten en la aparición de manchas circulares en la zona próxima a los nervios de la hoja, que acaban distribuyéndose por toda la superficie foliar.

El problema es que los tratamientos fitosanitarios no resultan muy eficaces y además la Unión Europea no ha autorizado aún el uso de determinados productos para atacar al ácaro en el aguacate. Como alternativa, los agricultores de la zona están probando otros métodos más naturales como el uso de aceite o el agua caliente a presión, aunque de momento no ha dado muy buenos resultados.

Lo curioso, según Faulí, es que los árboles que no han sido tratados con productos químicos "están aguantando mejor el ataque del parásito".

Pero lo cierto es que los efectos de la plaga son muy preocupantes, ya que los árboles productivos son cada vez menos y los frutos apenas alcanzan el tamaño adecuado para ser competitivos en el mercado.

La cooperativa S. A. T. Trops, líder en la comercialización y venta de frutos tropicales de la Axarquía, lo lleva notando tres años. Su gerente, Enrique Colille, asegura que el peso medio de la pieza de aguacate ha bajado una media de 40 gramos y "cada vez hay menos fruta de valor". O lo que es lo mismo si antes un fruto solía pesar en torno a los 200 gramos, ahora no suele pasar de los 150.

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