Los atuendos de la Feria

LOS abanicos, las peinetas y las flores adornan estos días de Feria tanto el Real como las calles del Centro, llenando con su colorido los rincones de Málaga. Visitantes y ciudadanos se atavían para la ocasión con los trajes de faralaes para integrarse en esta atmósfera festiva sin desentonar con el ambiente. Los volantes que se mueven al compás de las charangas predominan en calle Larios pero, sin duda, son los lunares los que ganan partido frente al estampado entre tanta jarana. Bien sea en trajes de gitana, abanicos, camisas o flores.

No cabe duda de que lo tradicional sigue triunfando ante las nuevas modas. La bata de flamenca -traje de cuerpo enterizo-, se convierte así en el atuendo preferido para bajar a la Feria. Vestidos cortos, de tirantes, con manga francesa, a dos piezas, con flecos, con volantes canasteros, estampados, lisos o de lunares. Cualquier opción es válida estos días, siempre y cuando se tenga gracia al portarlo.

Una de las tendencias que más se puede vislumbrar entre las familias que acuden al Recinto Ferial es el diseño conjuntado de los trajes de madres e hijas. Los trajes de corto para ellos y los vestidos de flamencas para ellas se preparan meses antes para que los más pequeños vayan engalanados igual que sus padres. Janeth Zamora se pasea por calle Larios con sus tres hijas vestidas de gitana. "Soy de Ecuador pero ellas [las hijas] son españolas y este año, por primera vez, decidí que nos podíamos diseñar el traje todas igual", aclara la joven quien no para de posar ante las decenas de cámaras que no paran de fotografiarlas.

Irene García baja calle Granada junto a su marido y sus hijos, ellas equipadas con toda la parafernalia de flamenca: flor, peineta, vestido y pendientes a juego. Todo detalle cuidado al extremo. "No somos muy feriantes, pero cuando bajamos lo hacemos en condiciones".

Los chicos son menos propensos a lucir sus trajes de corto por el Centro Histórico. No obstante, en el Real pueden verse mayor número de caballeros arreglados para la ocasión, sobre todo los caballistas, que además engalanan sus caballos con cabezadas de enganche, atacrines y atacolas de diferentes colores, formas y estilos: desde el borlaje hasta las escarpolas o cascabeles.

Frente a esta opción más costumbrista, que supone un desembolso mayor, el low cost se impone cada vez más entre la indumentaria de los malagueños y, como en la sencillez está el gusto, muchas jóvenes -y no tan jóvenes- prefieren dejar al lado los volantes y acicalarse solamente con complementos. Al vestido de diario le añaden flores, un collar y largos pendientes que, a juego con el abanico -e incluso el delantal-, forman el conjunto más elegido para acudir a la Feria.

Los grupos de amigos acuerdan una indumentaria colectiva sin dejar de lado los toques de flamenca. Un ejemplo es Rafaela Rivera y su familia, que llegan a calle Larios luciendo un fajín rosa con lunares blancos, la flor del mismo color en el pelo y pendientes a juego. "Antes veníamos a la feria con trajes de gitana pero últimamente hace mucho calor y nos ponemos algo más fresquito. Además, es un look muy económico: por un euro cada complemento nos hemos vestido", explica esta familia.

Esta opción, no obstante, no suele salir tan barata. Quienes no cuentan con su particular pack de feria aprovechan los puestos ambulantes para engalanarse antes de salir de fiesta aunque a un coste algo subido de precio. "Nos hemos comprado las niñas y yo una flor cada una y nos ha salido algo caro, si lo rebajaran a un euro habría más demanda, sobre todo con la cantidad de puestos que hay", valora Marisa Pérez, que ha vuelto a Málaga desde Madrid para visitar a su familia.

Ante los atuendos tradicionales, la moda de los últimos años pasa más bien por el diseño de camisetas de vivos colores y frases llamativas entre los más jóvenes. El calor aprieta y muchos de ellos prefieren acudir al Centro con una vestimenta más cómoda. Una forma de llamar la atención que muchas veces es buscada por los propios integrantes del grupo que crean las camisetas con expresiones ingeniosas y exclusivas para la Feria. ¡Ay mojito, la que has liado! Es la consigna elegida por Carmen Alcaide y sus primos tras el éxito de un vídeo con una frase similar. "Cada año, desde hace cinco, quedamos un día los primos con nuestras camisetas que vamos renovando porque es barato y ya la tienes de recuerdo", argumenta esta malagueña. Al igual que Carmen, Lorena Aranda y sus amigas tienen la tradición desde hace 15 años de diseñar su propia camiseta. "Nos juntamos en feria y bajamos juntas con ella puesta cualquier día".

Los más atrevidos incluso aprovechan la ocasión para sacar del armario y desempolvar las máscaras de carnaval. Más allá de los disfraces en despedidas de soltero, varios piratas, bailarinas e incluso koalas andan sueltos estos días por las calles de Málaga, eso sí, Cartojal en mano y dejando a un lado la vergüenza. Las compañías y comercios también aprovechan el ambiente para promocionar ataviados de forma llamativa sus productos. Los relaciones públicas se colocan la flor y la peineta y cogen el abanico e, incluso, se visten con traje promocional de su compañía.

Todo el mundo tiene cabida a la hora de engalanarse para las fiestas malagueñas. Así, hasta las mascotas se acicalan con los trajes de flamenca y flor en el pelo a la hora de salir a la calle. No resulta extraño, pues, ver a muchos dueños con la misma indumentaria que sus mascotas. O viceversa. Destacan los perros con trajes a juego, vestidos tejidos para la ocasión o simplemente una flor atada al arnés. Cualquier detalle llama la atención en este caso, aunque el calor haga pasar algún mal rato a los animales.

Cualquier estilo puede vislumbrarse tanto en el Centro como en Cortijo de Torres pero, eso sí, cuidando siempre cada detalle. Desde la tradición de la bata flamenca hasta las camisetas con extravagantes consignas. Todo tipo de indumentaria es válida para disfrutar de las fiestas. La cuestión, en todo caso, es llamar la atención y salir a la calle bajo aquello de "antes muerta que sencilla".