Un ascensor en mitad del edificio sorprendió ayer a los alumnos en su bienvenida al colegio de Los Prados, cerrado durante el año pasado para acometer mejoras en la cimentación y así terminar con los movimientos que lo llenaban de grietas. En los trabajos también se incluyó la reparación de la cubierta, de los pavimentos exteriores y las pistas deportivas, la adecuación de la instalación contra incendios y la eliminación de barreras arquitectónicas. Todo eso agradecieron los padres ayer, que volvieron a un "colegio seguro". Sin embargo, eso no quitó que reiteraran a los representantes institucionales que visitaron el centro una reclamación que viene desde hace años, la instalación de un aula específica.

Gema Rebollo, vicepresidenta del AMPA, lucha desde que escolarizó a su hijo Juanlu hace ocho años por tener una plaza para él en Los Prados. Su discapacidad le impedía acceder al colegio de su hermana, lleno de escaleras insalvables, y su puesto escolar está en Santa Rosalía Maqueda. Sin embargo, ahora que se han suprimido las barreras, tanto los padres como la dirección del centro han demandado la puesta en marcha de este aula. Según las madres, hay otros cuatro niños con discapacidad en el barrio.

"El colegio está en buenas condiciones, los padres estamos muy contentos, pero tenemos pendientes el aula específica y vamos a seguir luchando", aseguró ayer María José Sánchez, presidenta de la Asociación de Padres, que también incidió en la necesidad de la construcción de un instituto en la zona.

Los alumnos de Los Prados cuando terminan segundo de la ESO (se trata de un centro Semi D) tienen que marcharse hasta la barriada de Los Corazones para continuar en el IES Salvador Rueda, "un centro que está masificado y que tiene barracones para poder atender a tantos niños", protestaron los padres. "Llevamos años entre polígonos y sólo queremos tener los servicios con los que cuentan otros barrios, es hora de que las plazas de nuestros niños estén cubiertas aquí", agregaron desde el AMPA. Los padres también aseguraron que el Ayuntamiento ya cedió un terreno a la Junta, junto al colegio, para la creación del instituto.

Por lo demás, unos desniveles en el patio que aún se tienen que subsanar fueron las principales pegas en la visita que reunió a los delegados de la Junta con el alcalde de Málaga y las concejalas Eva Sánchez y Teresa Porras. La visita institucional irrumpió en la jornada de los escolares, sacándoles por unos minutos de la rutina que empezaba a establecerse. "Hoy es un día para escucharlos, tienen muchas cosas que decir", comentó María Jesús Subires, tutora de 4 años. Con canciones y juegos los niños de Infantil dieron la bienvenida al curso. Los de quinto, apuntando su horario y haciendo la primera toma de contacto. Todo "con muchas ganas, contentos y bastante positivos", como destacó Antonio, su tutor. Era la hora de iniciar una nueva aventura.