Los últimos datos manejados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) vuelven a poner de manifiesto el peso que el Covid tiene sobre el total de defunciones registradas en la provincia de Málaga. La actualización de la información disponible a las ocho primeras semanas del año elevan a 3.129 las muertes certificadas en este territorio, dato que crece en 853 sobre el mismo intervalo de 2020, cuando la presencia del coronavirus era escasa o nula. Hay que recordar que la primera defunción relacionada con la pandemia tuvo lugar a mediados de marzo del año pasado. 

La diferencia de un año a otro es del 37%. Un porcentaje que disminuye respecto al plazo anteriormente analizado por el INE, correspondiente a las primeras cuatro semanas del presente ejercicio, en las que fueron notificadas 1.634 muertes, un 41% más que un año antes.

¿Pero cuántas están realmente vinculadas o están causadas por el Covid? Una cuestión a la que no responde de manera directa el INE. No obstante, sí es posible concretar cuántos fallecimientos relacionados con el coronavirus fueron notificados por la Junta de Andalucía en este intervalo de tiempo. 

Tomando como válido el periodo completo de los meses de enero y febrero, la cifra de decesos fue de 618. Esto es, apenas el 19,8% del total de muertes registradas en este tiempo. Hasta finales de enero (semana cuatro), este porcentaje era del 13,6%. La variación tiene mucho que ver con el comportamiento de la pandemia en febrero, el mes en el que más muertes por Covid se han notificado. En cualquier caso, la escasa proporción hace pensar que hay una parte de las víctimas que pueden tener relación con el Covid a pesar de que no se ha oficializado este hecho.

Lo ocurrido en este inicio de 2021 guarda una relación directa con lo sucedido en 2020. En la totalidad del ejercicio pasado el número de fallecimientos reconocidos en la provincia fue de 14.446, 1.709 más que en todo 2019. Sin embargo, frente al comportamiento favorable de esta estadística en las primeras diez semanas de 2020, con descensos incluso en la cifra de decesos respecto a 2019, el inicio de marzo trajo consigo un aumento de los datos.

En el caso de los dos primeros meses de 2021, llama la atención la distribución de edad de las víctimas. De las 3.129 defunciones, 614 fueron de personas con entre 85 y 89 años. Son 169 más que en las ocho primeras semanas de 2020 (24% de aumento). A este grupo de edad le sigue el de 90 o más años, con 577 muertes (141 más, un 32% de incremento). Pero es el grupo de entre 75 y 79 años el que crece más en relación al mismo periodo del año pasado. En total, el INE confirma 420 fallecimientos de personas con esas edades en las primeras ocho semanas del año, 139 más que el año pasado. Esto supone un aumento del 49%.