El aumento de la demanda de mujeres de más edad causa la falta de óvulos donados
El 60% de las pacientes que los necesitan superan los 40 años y la mayoría podría haber sido madre de forma natural con sus ovocitos propios si hubiera intentado antes el embarazo
Las mujeres retrasan cada vez más la maternidad. La consecuencia es que muchas, que a edades más jóvenes habrían podido ser madres de forma natural, tienen que recurrir a reproducción asistida y a óvulos donados para lograr un embarazo. Y como la donación de ovocitos se mantiene pero la demanda aumenta –porque cada vez hay más mujeres que requieren de esta técnica–, empiezan a faltar óvulos para los tratamientos.
Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2014 a nivel nacional se hicieron unos 13.000 ciclos con lo que técnicamente se llama ovodonación. En 2017, la cifra subió a 17.000 y se estima que en 2019 pueden haberse alcanzado ya los 18.000. “Esta técnica aumenta de manera espectacular”, apunta el embriólogo del Centro Gutenberg, Miguel Lara.
Su uso se incrementa porque aumenta la edad media de las pacientes. Hace una década, por ejemplo, en esta clínica malagueña era de 36,5 años y en la actualidad es casi de 39. La utilización de la técnica tiene su justificación.En mujeres de 40 a 45 años, la tasa de embarazo con los óvulos propios oscila entre el 25% –en la primera edad– y 1% –en la segunda–. Porque a medida que avanzan los años, se deteriora su calidad y su capacidad reproductiva. Es decir que como mucho, entre las que están más cerca de los 40 se embaraza una de cada cuatro.
Sin embargo, con óvulos donados, la tasa de embarazo en ese tramo de edad alcanza el 82%: logran la gestación tres de cada cuatro. La razón del mejor resultado en la fecundación con ovocitos donados es que estos son de donantes de menos de 35 años y, por ende, de buena calidad.
Con más de 40 años no sólo se reducen las posibilidades de embarazo en el caso de usar óvulos propios, sino que existe mayor probabilidad de aborto o de que el bebé nazca, pero con alguna patología. Lara explica que en tres décadas de historia de la clínica, “sólo hemos logrado, con sus óvulos propios, un embarazo de una mujer de 45 años”.
En cambio, en pacientes de más de 40, con ovodonación no sólo se alcanza una tasa de embarazo del 82%, sino que generalmente éste se logra al primer intento. “Da igual que la mujer tenga 45 o 49 años porque el óvulo es bueno”, explica el embriólogo.
Las donantes son chicas sanas de 18 a 34 años inclusive. Además, se someten a una serie de chequeos para garantizar que están sanas y no tienen enfermedades hereditarias u otras patologías que pudieran transmitir al bebé.
Pero la oferta de óvulos se está quedando corta para tanta demanda. “Nosotros hace unos años teníamos donantes esperando y ahora es al contrario”, comenta Lara. En la actualidad, las que esperan son las mujeres que necesitan la donación. “Pero no porque disminuyan las donantes, sino porque aumentan las pacientes que necesitan óvulos donados”, aclara el embriólogo.
Además, en España, las clínicas no sólo dan tratamiento a las mujeres que viven en el país, sino también a otras que viajan desde el extranjero donde esta técnica no está permitida –como Alemania– o donde no hay suficientes óvulos porque la donación no es anónima y esto retrae a las donantes –como ocurre en el Reino Unido e Italia–.
En España la ovodonación está permitida y es anónima. Pero Lara advierte de “presiones” de órganos de la Unión Europea para que se cambie la legislación en nuestro país para que la donación de ovocitos deje de ser anónima a fin de preservar el derecho de los hijos a conocer su origen biológico. Y alerta que si ahora ya empiezan a escasear óvulos con una legislación más abierta, si se elimina el anonimato, caerán las donaciones de óvulos y entonces habrá un problema para dar respuesta a las mujeres que los necesiten.
Por eso aconseja que las jóvenes que deseen posponer su maternidad, opten por congelar sus propios óvulos a edades tempranas para mantener su calidad. Esta técnica se emplea en caso de mujeres que tienen que someterse a tratamientos que pueden comprometer su capacidad reproductiva –como la quimioterapia–. Así, luego pueden ser madres. Pero cada vez más esta preservación de la fertilidad se utiliza por una razón social:una paciente congela sus óvulos para parar el tiempo de estas células reproductivas y poder ser madre en el futuro.
Al aumento de la edad de las futuras madres, los especialistas en reproducción asistida han dado respuesta con la ovodonación. Ahora,ante la escasez de ovocitos –que advierten que puede ir a más si se elimina el anonimato– sugieren la congelación a edades tempranas de los óvulos propios. Pero siempre su recomendación es que la mujer complete su proceso reproductivo antes de los 35 años.
La maternidad con 40 o más años se cuadruplica en solo dos décadas
Las estadísticas dejan clara la tendencia: las mujeres retrasan cada vez más la maternidad. En 1996 en la provincia se produjeron 256 nacimientos de madres con 40 años o más en la provincia. Dos décadas después, la cifra superaba los mil bebés. En síntesis, que los nacimientos de madres cuarentonas se duplicaron en cuestión de una veintena de años. Y al mismo tiempo, disminuyen entre las mujeres más jóvenes. En 1996 en la provincia de Málaga se registraron –según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas– 1.664 nacimientos de madres de entre 20 y 24 años. Dos décadas después, la cifra había descendido por debajo de los 1.400. Seguramente, este retraso en la edad de la maternidad obedece al deseo de la mujer de alcanzar retos profesionales y estabilidad laboral, pero los médicos insisten en que tener hijos no debe posponerse demasiado.
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