Una ayuda para labrarse un futuro

Ser empresario ha pasado de ser una figura mal vista en la sociedad a convertirse en una opción real de futuro entre los jóvenes e, incluso, entre miles de personas de cierta edad que se han visto sin comerlo ni beberlo en el desempleo y que intentan salir adelante tirando de su experiencia. Nadie nace sabiendo. Crear una empresa es difícil. Hay que tener una idea clara, elaborar un plan de negocio viable y realizar numerosos trámites burocráticos. La Junta de Andalucía, a través de Andalucía Emprende, apoya la constitución de empresas desde distintas ópticas -ofrece locales, financiación y asesoramiento- y los emprendedores malagueños son los más dinámicos de toda la región.

La Junta cuenta con 26 centros de apoyo a emprendedores en la provincia, siendo el más conocido el ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía. El año pasado se constituyeron 1.918 empresas en esos centros, que generaron 2.400 empleos y movieron una inversión de 31 millones de euros. Así lo aseguraron ayer el delegado del gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, la delegada de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Marta Rueda, y la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, en el balance correspondiente al ejercicio 2012.

En toda Andalucía se ayudó a la constitución de 10.600 empresas y se generaron 14.000 empleos, de forma que Málaga representa casi la quinta parte del total regional. "Los resultados en Málaga son buenísimos, siendo la provincia andaluza con más empresas creadas, empleo e inversión", señaló Rueda. El perfil medio del emprendedor es el de un hombre o mujer -están casi a la par- de entre 25 y 40 años con estudios universitarios que monta una empresa de servicios, principalmente relacionada con el comercio, la restauración y la ayuda personal aunque sigue en boga, pese al derrumbe del sector, la construcción. También cabe destacar que más de 800 emprendedores tenían más de 40 años.

Tener un proyecto viable es básico, pero también es imprescindible contar con financiación. La Junta ofrece fondos reembolsables y tiene un programa de incentivos vigente hasta 2013, aunque Ruiz Espejo reconoce que "la financiación es el caballo de batalla" y precisa que el gobierno regional no puede sustituir a la banca tradicional.