Málaga

Aznar: hay "un golpe de estado seccesionista" y el Gobierno "está apoyado por los golpistas"

  • Ve "absurda" la idea de crear campos de refugiados en Europa: "Sería el mejor efecto llamada"

El expresidente del Gobierno José María Aznar interviene en los cursos de verano en Málaga

El expresidente del Gobierno José María Aznar interviene en los cursos de verano en Málaga / EFE/Daniel Pérez

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha asegurado que en España se ha vivido "un golpe de estado secesionista" que, en su opinión, "no ha sido desarticulado". "Cómo es posible que la consecuencia del golpe sea que los golpistas siguen y que el Gobierno de España está apoyado por los golpistas", se ha preguntado.

En la ronda de preguntas del encuentro mantenido en el marco de los cursos de verano de la Universidad de Málaga (UMA), Aznar ha explicado que tradicionalmente en la historia quienes producen un golpe de estado "pueden ganar o perder, pero que se queden donde están es una cosa bastante insólita".

Así, ha dicho no entender "cómo los dirigentes políticos españoles no son conscientes del daño institucional y del peligro que supone que haya en España un golpe de estado que no haya sido desactivado", apuntando que al mismo tiempo se produjo "un movimiento en favor de la unidad del país y de la nación, que no se había producido jamás".

"Ese es un caudal político como no ha habido nunca y los líderes políticos actuales han sido incapaces de aprovechar el más increíble caudal político que se ha creado en España desde hace mucho tiempo", ha lamentado, apuntando que ese caudal "se ha perdido".

Para el expresidente, "la expresión mayor de esa pérdida está en que se forma un gobierno como consecuencia de una moción de censura, minoritario y que recibe el apoyo de los radicales de izquierda y de los golpistas".

Aznar ha asegurado que le preocupa que eso "produzca daño institucional, que está produciendo" y un "debilitamiento objetivo de la nación española y una disminución objetiva de sus posibilidades". Por eso, ha indicado que si el centro-izquierda "está en la radicalidad", el centro-derecha nacional "tienen una responsabilidad inmensa".

Ha apostado, asimismo, por fortalecer el Estado y ha señalado que la política es "una actividad muy despreciada por el conjunto de las opiniones y es desagradable y de alto riesgo para quien la quiere practicar". Asimismo, ha añadido que en general "el nivel de la gente que está dispuesta a dedicar su vida al servicio público ha decaído de una manera llamativa, podría decirse incluso que dramática".

Ha aludido a la incidencia "del fraccionamiento" en la mayoría de los países, que lleva a "vivir en un mundo de enorme confusión, en el que tiene ventaja el que tiene sistemas institucionales muy sólidos", aunque ha incidido en la importancia de la política que "es la que hace las cosas y organiza la vida de los demás". "Si la política de los países la pones en manos de lo peor de cada casa, el resultado no va a ser lo mismo", ha dicho.

El expresidente ha abogado por ser "conscientes de que las respuestas equivocadas del populismo y nacionalismo no pueden ser las respuestas que garanticen un mundo con cierto orden en el futuro, sino que la expresión de aquellos principios que han anudado la estabilidad en las últimas décadas es lo mejor que nos puede pasar".

"Volver a hablar otra vez de libertades, de derechos humanos, tolerancia, democracia, separación de poderes, de pluralismo, es muy importante, hacerlo posible es muy importante y luchar contra las tiranías no sólo de lo políticamente correcto sino de las que se pueden derivar del desarrollo incontrolado de las nuevas tecnologías es una de las tareas más emocionantes que podemos tener los que amamos la libertad", ha manifestado.

Aznar ha señalado que la democracia liberal "vive momentos difíciles" y está "en crisis", apostando por "reforzar los aspectos que hacen de este sistema político el mejor de los que ha existido, el que más estabilidad, prosperidad y seguridad ha producido".

Desafíos

En su intervención se ha referido a los desafíos que tienen por delante España y Europa. Sobre la inmigración, ha indicado que ante este fenómeno "hay muchos países europeos que dicen que no están dispuestos a que sus raíces históricas sean puestas en riesgo y desaparezcan" y ha señalado que "los gestos no hacen política", precisando que "la redes de inmigración ilegal han visto más facilidades en España que en Italia, por lo que se ha convertido en el primer país receptor".

Ha lamentado que a nivel europeo no se haya resuelto del todo este tema y ha calificado de "absurda" la idea de crear campos de refugiados en Europa, lo que en su opinión sería "el mejor efecto llamada"; y también el ubicarlos en los países de origen, "una especie de nuevo colonialismo totalmente inaceptable".

Ha expresado las dificultades de hacer un Plan Marshall de inversiones para África, que "tendrá más de 2.400 millones de personas en 2050", y ha apostado por establecer determinados polos de prosperidad en el área subsahariana, "que fuesen atractivos para la población". "Si no, yo invitaría a la menor demagogia posible en ese punto, porque no vienen precisamente momentos fáciles para tratar ese tema", ha dicho.

También ha aludido al terrorismo yihadista y al de ETA, indicando en este segundo aspecto que "fuimos capaces de derrotarla a finales de 2004 y la negociación política que se hace después la resucita", siendo la consecuencia, ha afirmado, "que la ley de partidos, el pacto por las libertades y la política penitenciaria se desarticula; además de que se va a hacer un relato completamente distinto al que ha sucedido en el País Vasco".

"Creo que es totalmente inaceptable que en España pueda prevalecer un relato que diga que no ha habido victimas ni victimarios, somos todos iguales. No lo voy a aceptar nunca, porque el día que lo aceptemos los españoles nos haremos una autodeclaración de incapacidad para asumir nuestra democracia y nuestro futuro dignamente", ha manifestado.

Aznar ha apostado por hacer la Unión Europea "útil", ya que es "el mejor invento que se nos podía haber ocurrido", pero está "bajo el asalto de fenómenos populistas, nacionalistas y se enfrenta a las consecuencias del brexit y la inmigración que ha producido un colapso en este territorio".

El expresidente ha analizado también "la tendencia aislacionista" de Estados Unidos y las relaciones económicas de esta superpotencia con otra, China, considerando que "el mundo del futuro va a estar basado en los desarrollos" de estos dos países, que, en su opinión, tienen una relación que "hoy apunta al rumbo de la colisión y la gran reflexión es si es evitable o no".

También ha aludido a la incidencia de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, asegurando que "la revolución digital y tecnológica no garantiza que todo sea bueno". Ha apuntado que se está produciendo "la mayor revolución de la humanidad en el menor tiempo posible", lo que está transformando la vida política, social, económica y cultural; aunque ha advertido de que "la primera que puede no estar bajo el control de la razón humana".

Además, ha considerado que "dedicamos poco tiempo a la reflexión y hay mucha gente que no sabe el por qué de las cosas y eso es más necesario que nunca" y ha aseverado que "no nos gusta ver los problemas hasta que nos estallan en la cara", indicando que las redes sociales tienen sus aspectos positivos pero suponen "un mundo basado en la irresponsabilidad".

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