Los bancos se han tomado en serio la necesidad de vender sus bolsas inmobiliarias y están desprendiéndose de viviendas a un ritmo alto. Sin embargo, les está costando un mundo frenar su stock porque le siguen entrando centenares de inmuebles cada día por los concursos de acreedores o la morosidad de promotoras y constructoras y por los desahucios, aunque muchas entidades han optado por paralizar éstos últimos por la presión social.

Los bancos tienen miles de inmuebles aún en la provincia de Málaga en régimen de venta o alquiler tanto de primera como de segunda mano, a lo que habría que sumar plazas de garaje, locales, solares, trasteros, etcétera. Se pueden encontrar pisos y casas antiguas desde 20.000 euros, aunque la mayoría necesitan reformas o no están en los barrios más deseados. En los portales inmobiliarios de las principales entidades bancarias se pueden ver descuentos de hasta el 60% en todos los segmentos. Llama la atención, por ejemplo, una plaza de garaje en Manilva que antes costaba 14.585 euros y ahora se puede adquirir por 1.900 euros, así como viviendas de obra nueva en Mijas o Cártama entre 51.400 y 65.000 euros. Los bancos incluso están ofreciendo la posibilidad de que sean los clientes los que propongan los precios, creando una particular subasta, y también muestran si los inmuebles a vender tienen o no el certificado energético que se exige desde el pasado 1 de junio.

"El verano ha ido muy bien y hemos vendido mucho a extranjeros no residentes sobre todo en la costa", explica Marcos Beltrán, director territorial sur de Solvia, la inmobiliaria del banco Sabadell. Esta entidad cuenta con unos 200 inmuebles a la venta en la provincia y "aunque vendemos mucho nos siguen entrando, por lo que siempre estamos igual", reconoce Beltrán quien, no obstante, asegura estar "satisfecho" con las ventas realizadas hasta el momento y esperanzado en que el último trimestre del año sea también positivo. "La situación macroeconómica va ayudando, la gente ya no tiene tanto miedo y los precios actuales no se van a repetir. Es el momento de comprar", subraya el directivo de Solvia.

Esta firma sigue teniendo mucho stock en Benalmádena, Fuengirola o Mijas, pero "en Marbella o Estepona pensamos que las viviendas pueden tener un mayor recorrido, por lo que estamos protegiendo precios e incluso subiendo algunos", añade Beltrán.

La inmobiliaria de Cajamar se llama Cimenta2 y también están, por ahora, contentos con la situación actual del mercado. "Observamos una clara mejoría en el mercado de venta de viviendas hasta el punto que hemos triplicado nuestras ventas en Málaga respecto al año anterior, destacando los compradores procedentes del centro y el norte de Europa y de los países escandinavos entre los extranjeros, mientras que a escala nacional la mejoría se nota en Málaga y Canarias", afirma Ángel Pisa, director comercial de Cimenta2.

Se están dando dos circunstancias. La primera es que los bancos están vendiendo a precios bajos y la segunda es que están comercializando lotes completos a fondos de inversión, lo que le permite quitarse decenas o centenares de viviendas de una tacada. "Los bancos se mueven en un margen de precios que para nosotros es impensable porque se han quedado con precios muy bajos de subasta o de dación en pago", lamenta José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, quien indica que el precio del promotor puede ser entre un 10 y un 20% superior al de la entidad financiera "porque tenemos que añadir el terreno, los materiales, el IVA, Hacienda..." "No podemos competir con ellos. Ojalá terminen de vender lo suyo para que nosotros podamos empezar con lo nuestro", resume Prado.

Cabe señalar que los bancos financian la compra del piso sin mayor problema, mientras que entre particulares y promotor es más difícil obtener la hipoteca. José Antonio Pérez, experto inmobiliario y subdirector del Instituto de Práctica Empresarial, cree que esa es una de las claves. "Los bancos han subido su ritmo de venta gracias a que las financian al 100% pero no consiguen bajar su stock si sumamos lo refinanciado y lo pendiente de adjudicar por impago".