La banda sonora del amor

La moda de hacer regalos a los invitados a las bodas es ya una constante en la mayoría de enlaces, cuyos novios gastan entre 200 y 1.000 euros en este concepto

Marisa Jiménez muestra el CD que ella y su marido regalaron a los invitados que asistieron a su boda.
Marisa Jiménez muestra el CD que ella y su marido regalaron a los invitados que asistieron a su boda.
R. Cuevas / Málaga

09 de agosto 2008 - 01:00

Marisa Jiménez y Pedro Miñana no son músicos, pero tienen un CD editado que engrosa las discotecas de sus familiares y amigos desde el pasado mes de octubre. Desde el 13 de octubre para ser exactos. Ese día se casaron y decidieron agasajar a sus invitados con la selección musical en cuestión. "Somos muy aficionados a la música y por eso decidimos hacer aquella recopilación. Elegimos temas con los que todos se pudieran sentir identificados y la verdad es que les encantó", explica Marisa Jiménez, la original novia de aquel enlace, hoy ya casada.

Estaban Radio Futura y La Dama se Esconde, pero también el Dúo Dinámico y otros grupos más afines a los que ya habían cumplido los 50 años. Había música para todos en esa especie de banda sonora del amor que Marisa y Pedro decidieron regalar a los suyos en la línea que ahora siguen la mayoría de parejas de novios, la de obsequiar a los invitados a su boda con algún presente.

Esos pequeños detalles son ya una constante en las celebraciones nupciales. Empezaron como una singularidad, pero hoy son ya la tónica habitual en los enlaces al estilo tradicional. "Es una forma de agradecer a los invitados el haber asistido y el regalo que les van a hacer. No es una imposición, pero la verdad es que ya lo hace todo el mundo", atestigua Vanessa Cobos, responsable de la tienda que Emotiva tiene abierta al público en el centro comercial Málaga Plaza. Esta firma, con casi una década de experiencia en el sector nupcial, cuenta incluso con una línea de productos específica para este fin.

Abanicos, alfileres y puros son lo más común, pero también se incorporan con fuerza regalos más originales como gorros de paja, pisapapeles, biznagas de cerámica, petaquitas, libretitas con imán, perfumadores, bombones y hasta zapatillas de esparto para que los invitados se descalcen y caminen bien cómodos sobre la pista de baile. La lista de obsequios posible es tan amplia como sean de imaginativos los contrayentes, que suelen contar con una partida específica para esto: entre 200 y 1.000 euros para una boda de unos 200 invitados, a razón de entre uno y cinco euros por invitado, según la responsable de Emotiva.

"No dejo de reconocer que es una pamplina y un dinero malgastado, pero la gente lo espera y al final lo haces", reconoce María Jesús Gómez. Ella se casa el próximo mes de octubre y ya tiene listos sus regalitos: tarritos de flores secas y de sales de baño para ellas y puros para ellos, además de los clásicos alfileres de novia. Lo que comenzó como un detalle singular, de sincero agradecimiento a amigos y familiares, se ha convertido en una obligación ante la que la mayoría de parejas sucumben con resignación. El presente se da por hecho. La originalidad, ahora, reside en el obsequio propiamente dicho. Es el más difícil todavía en materia de bodas.

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