Bandera amarilla en cinco playas de Málaga capital por medusas
El primer fin de semana de agosto comienza con varios avisos por la presencia de estos ejemplares en el litoral
Seis kilómetros de atasco en la A-7 en El Palo en horario de salida a las playas
Aviso para los bañistas que han decido estrenar agosto dándose un chapuzón: cinco playas de Málaga capital han izado este sábado la bandera amarilla por la presencia de medusas. Se trata de los arenales de El Palo, La Caleta, La Malagueta, La Misericordia y Las Acacias, a los que se les presupone una afluencia masiva de veraneantes durante este mes, favorito para muchos para tomarse unas vacaciones.
De esta manera, la lista de playas en la que se insta a la precaución a la hora de adentrarse en el agua por la presencia de medusas vuelve a aumentar, después de que este viernes la bandera amarilla ondease en tres playas (El Palo, La Malagueta y La Misericordia) por este mismo motivo. En el resto de arenales de la capital se mantiene izada en estos instantes la bandera verde.
Esta información puede consultarse en la web de playas del Ayuntamiento de Málaga o a través de la aplicación Málaga Funciona, donde se actualiza periódicamente. Además, a través de estas herramientas se puede conocer también los servicios habilitados en las playas y otros detalles de interés, como si es fácilmente accesible, si dispone de equipo de vigilancia, cuál es el hospital más cercano, así como características generales del espacio (su longitud, tipo de arena...)
La presencia de medusas en el litoral malagueño, cabe añadir, responde a motivos más o menos azarosos, puesto que se dejan llevar por las corrientes, aunque, como recuerda el biólogo de la UMA y socio fundador del Aula del Mar Juan Jesús Martín su presencia es más probable con vientos de levante, mientras que el terral tiende a alejarlas.
En cuanto a las especies detectadas en los últimos años, señala el biólogo, la más habitual es la conocida como clavel de mar, una medusa pequeña, de entre cuatro y cinco centímetros, con tonalidades violetas o rosáceas. Aunque no hay que confiarse pese a lo reducido de su tamaño, puesto que sus picaduras pueden ser especialmente molestas. De hecho, cuanto más pequeñas son normalmente el efecto urticante es mayor y viceversa, según advierte.
Martín también insiste en que, si se detecta una concentración de medusas, lo más prudente es no bañarse, porque aunque no sean visibles a simple vista, al ser transparentes, puede estar ahí. "Aunque parezca que están lejos, los tentáculos son muy largos y te pueden picar”, explica. Y recuerda que aquellos ejemplares que pueden encontrarse varados en la arena "conviene no tocarlos, porque hasta 24 horas después, incluso dándoles el sol, sus células todavía tienen capacidad urticante”.
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