CON su última escala, ocurrida la pasada semana, ya son tres las ocasiones en las que nos ha visitado el buque oceanográfico de bandera alemana Alliance. Y aunque las escalas en nuestro Puerto de buques dedicados a la investigación en la mar no son ya nada novedosas -nos han visitado muchos y muy diferentes barcos de este tipo-, el caso del Alliance es muy especial y merece, sin duda alguna, ser reseñado.

Construido en los astilleros italianos de Fincantieri entre los años 1987 y 1988, este buque de 93 metros de eslora, 15,20 de manga y 3.150 toneladas de registro bruto, además de poseer todas las características técnicas propias de un buque dedicado a la investigación oceanográfica, participa de dos peculiaridades muy significativas. Con base en el puerto italiano de La Spezia, este navío además de estar adscrito al NURC, o lo que es lo mismo, el departamento que la OTAN dedica a la investigación submarina, realiza trabajos en régimen de alquiler, a instituciones privadas o países no integrados en el pacto del Atlántico. Sin duda, una peculiaridad no demasiado habitual cuando hablamos de grandes buques oceanográficos.

Pero además de esto, lo más significativo del Alliance es su revolucionaria forma de trabajar en la mar. Los tres diferentes tipos de propulsión que emplea, diésel, eléctrica y por turbina de gas, convierten a este buque en un barco capaz de poder minimizar y anular todos los ruidos que se generan a bordo. En función de las necesidades de los trabajos que realice, esta embarcación tiene la capacidad de alcanzar ocho diferentes rangos sonoros, algo muy útil para no interferir en sus investigaciones bajo la mar. Un muy interesante buque al que podríamos denominar como el barco silencioso.