Oceanográficos

Málaga/A estas alturas, sería absurdo por mi parte descubrirles la vinculación que Málaga mantiene con el mundo de la oceanografía. Con una trayectoria histórica cargada de muy significativas reseñas, hoy, quiero referirles cómo el puerto malagueño mantiene desde hace algunos años la confianza de muchos de los barcos que, realizando todo tipo de estudios marinos, navegan por el litoral de nuestro país teniendo como parada fija los muelles malacitanos. Y aunque en la larga lista de buques oceanográficos que visitan Málaga también habría que incluir barcos de otros países, permítanme que comience con los que trabajan bajo pabellón español.

Pormenorizando en lo que llevamos de 2024, hasta la fecha, cinco han sido los buques oceanográficos han escalado en las aguas malagueñas cumplimentando algunos de ellos varias visitas. Operando para tres diferentes instituciones y manteniendo una coordinación en base a los estudios que realizan, en el presente ejercicio, el Instituto Español de Oceanografía ha traído a Málaga a sus buques: Francisco de Paula Navarro, Ramón Margalef y Ángeles Alvariño. Luciendo un vistoso color rojo en su casco, el Sarmiento de Gamboa a cargo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas también ha estado en Málaga este año; una estancia que se completaría hasta el momento con la visita del Miguel Oliver adscrito a la Secretaría General de Pesca.

Con este más que interesante cartel de barcos, habría que destacar que, en sus estancias malagueñas atracados en diferentes muelles, además de tareas de abastecimiento y pequeñas reparaciones, estos buques han embarcado y desembarcado a grupos de científicos que, de forma temporal trabajan a bordo efectuando diferentes investigaciones.

Y aunque todos los barcos mencionados son muy interesantes, permítanme que destaque al Ángeles Alvariño; un buque que hace unos días atracó en el muelle número seis. Luciendo el nombre de la que está considerada como la precursora en la investigación oceanográfica mundial, el 11 de febrero de 2011, este barco fue botado en los astilleros vigueses de Armón; una ceremonia en la que se pudo ver en su casco la matrícula de Málaga, un registro que posteriormente fue cambiado.