Málaga

Las sirenas de los barcos atracados en Málaga suenan al unísono

Los barcos atracados en el puerto de Málaga hacen sonar sus sirenas / J. C. Cilveti

El habitual concierto de bocinas de barcos que todos los días se escenifica en el puerto de Málaga a las ocho de la tarde, ha tenido este viernes un anticipo a las 12:00. Coincidiendo con el día internacional de los trabajadores, la totalidad de organizaciones marítimas del mundo han convocado una pitada para reivindicar la labor que este sector está realizando desde que se inició la pandemia por el coronavirus.

Con la consigna de que durante 15 segundos las bocinas de todos los buques del planeta suenen a la vez, los marinos, solidarizados con otros sectores en lucha contra el coronavirus Covid-19 quieren hacer patente su presencia con esta expresión global.

Atendiendo a este llamamiento internacional y con la autorización de la Autoridad Portuaria, a mediodía de este viernes, los barcos que se encuentren atracados en aguas malacitanas han hecho sonar sus sirenas como vienen haciéndolo todas las tardes a las 20:00 desde el 27 de marzo en apoyo del personal sanitario y de otros sectores que están realizando tareas esenciales.

Completando su pitada, según ha podido saber Málaga Hoy, las sirenas de los coches de la Policía portuaria, Guardia Civil y Policía Nacional también se harán patentes en solidaridad con el sector marítimo.

Y aunque esta reivindicación sonora sólo pretende dar visibilidad a un sector, el de la mar y los barcos, que desde del inicio de la pandemia se ha constituido como un elemento esencial para mantener la cadena logística de abastecimiento, la pitada de este viernes también quiere reivindicar según la Internacional Chamber of Shipping (Cámara de Transporte Internacional) y la International Transport Workers Federation (Federación Internacional de Trabajadores del Transporte), dos de las más importantes entidades mundiales que agrupan a la mayor parte de empresas del sector marítimo, la necesidad de que los puertos del mundo se abran para posibilitar los cambios de las tripulaciones de los barcos que están en activo; unos trabajadores que desde hace unos días están siendo calificados como héroes no reconocidos y que sólo en Europa significarían 555.000 marinos embarcados en sus respectivos barcos.

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