El ruido de los bares de copas del centro agota la paciencia de los vecinos

Los vecinos del centro no aguantan más. El colectivo asegura que los bares de copas incumplen la ordenanza de ruidos, desconectan los controladores de sonido, cierran las puertas de sus locales más tarde de lo permitido e intercambian sus licencias de apertura cuando el bar cambia de dueño. Estas situaciones han provocado que se "vean obligados" a denunciarlos ante el Área de Comercio del Ayuntamiento. Pese a ello, los vecinos se quejan "de que en muy pocas ocasiones ven resueltas esas reclamaciones con una sanción".

Son muchas las quejas que presenta esta asociación cada vez que detecta una irregularidad en los pubs y discotecas del centro histórico, más aún cuando éstas entran en conflicto directo con el descanso de los vecinos. "Estamos lo mismo que hace cinco años", asegura Esther Ramírez, vocal de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, que explica que aunque en un principio se aumentó el número de efectivos de Policía Local para velar por el cumplimiento de la normativa, de nuevo ahora se ha vuelto a reducir, por lo que "no pueden controlar la hora de cierre de todos los locales". Por eso desde la asociación también hacen un llamamiento a los empresarios para que ellos mismos cumplan con las ordenanzas y se autorregulen.

El problema es que Comercio, según aseguran desde la asociación, abre los expedientes, pero éstos no llegan a resolverse. "Denunciamos y hacemos un seguimiento, pero no se resuelve nada", afirma Ramírez. Además, en muchas de las ocasiones en las que han ido a presentar una queja, han sido los mismos inspectores del área de Comercio los "que nos han comentado que ya están denunciados". Así que algunas de las denuncias de esta asociación las han traslado los vecinos a la Policía Local, ante la espera de actuación por parte del Ayuntamiento. Por eso muchos de los vecinos que pertenecen a la asociación están decididos a denunciar al Ayuntamiento por dejación de funciones a nivel particular.

Por su parte, la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Provincia Málaga (Aehma) asegura que los bares de copas y discotecas de Málaga cumplen la normativa. El delegado de bares musicales y salas de fiesta, Juan Rambla, especifica que "una cosa es el ruido y otra bien distinta es que los bares incumplan las ordenanzas". En la asociación no dudan de que alguno no cumpla con la legalidad, pero de lo que están seguros es de que los limitadores de sonido están conectados, ya que guardan toda la información durante dos meses ante una posible inspección.

Otro de los problemas añadidos con los que cuenta el centro es la excesiva ocupación de la vía pública con las mesas y sillas de algunos de los bares. "Hemos perdido el acceso a nuestras viviendas y aparcamientos por la peatonalización" y en lugar de ganar en calidad de vida son los bares los que han ganado espacio para expandir sus terrazas. Las calles que presentan este problema de una forma más acusada, explican los vecinos, son La Bolsa, Strachan, Alarcón Luján y la Plaza del Carbón. En este sentido, Esther Ramírez asegura que en el mes de abril le solicitaron al Ayuntamiento que les facilitara los metros cuadrados de ocupación de vía pública para la que estos de los bares tienen licencia y todavía se encuentran a la espera de una respuesta.

"Qué sentido tiene peatonalizar calles para luego llenarlas de mesas, como ha pasado con la Plaza del Carbón", relata Ramírez, que como el resto de los vecinos del centro de Málaga se echa a temblar cada vez que una de las calles del centro histórico comienza una obra de remodelación, porque siempre le sigue el mismo problema, bares que ocupan el espacio ganado al vehículo.

Este periódico trató sin éxito de ponerse en contacto con el área de Comercio del Ayuntamiento para que explicara su versión de los hechos .