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Málaga

"Fue como una bomba y los cristales volaban por la casa"

  • Dolores Soria estaba acostada cuando se formó el tornado que reventó las ventanas y destrozó la cocina y el baño

Cuando a Dolores Soria su marido la sacó corriendo de la cama no podía imaginar lo que viviría minutos después. "Se oía un ruido espantoso como si hubiera estallado una bomba y no veía más que cristales y tejas entrando por las ventanas". Es el relato estremecedor de esta vecina del número 7 de la calle Cortés El Viejo que sintió como su casa sufrió la embestida del tornado provocando graves destrozos que a punto estuvieron de costarle la vida.

La puerta del cuarto de baño evitó la tragedia. La fuerza del viento hizo saltar por los aires la ventana por la que entraron numerosos restos del tejado del edificio como auténticos proyectiles con una velocidad descomunal. Uno de ellos impactó en la puerta y casi llegó a atravesarla.

Dolores estaba acostada cuando empezó todo. "Me acosté pronto porque estaba mala y a eso de las 21:30 mi marido me llamó a gritos para que me levantara corriendo de la cama. No sabía lo que estaba pasando pero recuerdo que había un ruido muy fuerte. Yo sólo podía llorar y chillar", contó ayer aún con el miedo en el cuerpo.

No recuerda exactamente cuánto tiempo duró pero sí que los cristales y las tejas no paraban de volar por todas partes. Su marido y ella se refugiaron en un rincón del salón abrazados hasta que de repente se hizo el silencio y todo se quedó a oscuras.

La sensación de pánico se apoderó de este matrimonio que salió con lo puesto al rellano de la escalera donde encontraron a sus vecinos llorando y sin saber a dónde ir. Ellos tuvieron surte. Una de sus hijas vive cerca y pudieron pasar la noche a salvo.

Pero ayer por la mañana la pesadilla se hizo realidad cuando Dolores entró a su vivienda y comprobó la magnitud de lo que había pasado. Aunque no ha sido la única experiencia traumática por culpa de la climatología que ha tenido que sufrir a lo largo de su vida. "Cuando las inundaciones del 89 lo perdí todo porque mi casa acabo en el mar y mi familia y yo nos quedamos con lo puesto", recordó.

Francisco González también volvió a nacer el domingo. Estaba cenando con su mujer en el sofá del salón y en apenas unos segundos su casa quedó completamente destrozada.

Todo ocurrió muy rápido y sólo recuerda que cuando se levantó del sofá para tratar de refugiarse guiado por un sexto sentido que le alertó de que algo iba a pasar una lluvia de cristales le impactó en todo el cuerpo.

El tornado había arrancado de cuajo la ventana del salón y "los cristales venían hacia mí como si fueran balas". Si no llega a ser porque la fuerza del viento lo tiró al suelo y lo desplazó varios metros hacia el pasillo, Francisco está convencido de que "no lo habría contado".

Su mujer, Antonia Manso, se asomó por esa misma ventana sólo unos segundos antes de que estallara por los aires. "Me dio tiempo a esconderme en un rincón pero cuando todo pasó me quedé como muerta, como si el mundo se me hubiera caído encima". Y casi fue lo que le ocurrió.

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